Las concesionarias de la M-45 recobran el 47% de la inversión en sólo tres años
La autopista M-45, segundo de los cuatro anillos que circunvalan Madrid, está resultando un buen negocio para las empresas concesionarias. El peaje en sombra o pago de un canon según el tráfico de la vía ha permitido que Abertis, Cintra, OHL y Acciona hayan percibido de la Comunidad de Madrid 223,2 millones en tres años, el 47% de la inversión inicial que hicieron y que rondó los 480 millones para una concesión con una vida de 25 años.
Una de las vías pioneras con el llamado peaje en sombra importado del Reino Unido ha demostrado ser un éxito para el sector privado en poco tiempo. En poco más de dos años la M-45 ha alcanzado un tráfico intenso, ya que registra una media diaria de 90.000 vehículos en el tramo de más uso y de 58.000 en el de menos. Y ha superado el tope impuesto por la Comunidad de Madrid en los contratos a partir del cual el canon anual que paga a las concesionarias es fijo.
Gracias a este buen funcionamiento, las empresas concesionarias de la M-45 han ingresado 223,2 millones de euros entre abril de 2002 y junio de este año, según los últimos datos oficiales que maneja la Comunidad de Madrid. Esto significa que han recuperado el 47% de la inversión, que rondó los 480 millones en sólo tres de los 25 años de vigencia del acuerdo.
Abertis, controlada en un 23% por La Caixa y en un 20% por la primera constructora del país, ACS, recibe la mayor parte del pastel al estar presente en dos de las tres concesionarias que se adjudicaron cada uno de los tres tramos de la M-45. Cuenta con el 50% de Trados 45, que comparte con Cintra, filial de autopistas de Ferrovial y con el 25% de Concesiones de Madrid (CDM). En tres años de funcionamiento de la autopista ha ingresado 65,8 millones, el 30% del total. Mientras, OHL y Cintra han facturado en torno al 20% cada una, 44 y 42 millones, respectivamente.
Aunque del total que reciben todas las concesionarias del Gobierno madrileño hay que descontar lógicamente los gastos de mantenimiento de la autopista cada año, además de los intereses de los préstamos solicitados para hacer frente a la inversión y del coste de renovar el firme cada cinco años, apuntan fuentes del sector.
El resto es el margen que cada consorcio saca del negocio. En este caso, dependiendo de tramos, puede rondar el 9%, según cálculos empresariales.
Aunque algunas veces pueda parecer lo contrario, las empresas no son las que más apuestan por las autopistas de peaje en sombra por las que la Administración paga un canon según el número de vehículos que la utilicen al año. El sector prefiere el peaje directo, pero los políticos lo desestiman en muchos casos por la impopularidad que les cuesta en su electorado.
De hecho, para las concesionarias el peaje en sombra supone un ingreso más estable porque, como en la M-45, a partir del tráfico ya alcanzado el canon se vuelve fijo. Pero el inconveniente es que la rentabilidad tampoco crece más.
Más rentabilidad en el peaje puro que 'en sombra'
Cobrar directamente a los usuarios de las autopistas sale mejor a las empresas concesionarias. En el peaje directo no figuran los topes al tráfico que habitualmente constan en los contratos que firman con las administraciones públicas. Así, si aumenta exponencialmente el número de vehículos que circulan, también lo hace la rentabilidad. En el caso del peaje en sombra o canon según el uso de la vía, 'el negocio tiene una rentabilidad razonable, pero limitada', afirma Julián Núñez, consejero delegado de OHL Concesiones. Cálculos de las empresas apuntan a un retorno del 12% o superior en el peaje directo, mientras que en el peaje en sombra baja al menos tres puntos.Desde que se implantó en España esta fórmula, pensada para que las administraciones costeen a largo plazo y mediante la cesión temporal a un privado, no ha cesado la controversia en el terreno político. Al ser una fórmula escogida inicialmente por administraciones del PP, inmediatamente encontró detractores en las filas opuestas. Madrid es uno de estos casos.'Los datos de la M-45 demuestran que la financiación indirecta sale mucho más cara a las administraciones, además algunos aspectos de los contratos que se adjudican a las compañías no son controlables por los gobiernos', señala Fausto Fernández, portavoz de transportes de IU en la Asamblea de Madrid.La Comunidad de Madrid, gobernada por el Partido Popular, ha sido una de las más activas en las infraestructuras con peaje en sombra. Y cada vez más autonomías imitan la idea que partió del Gobierno regional de Murcia. Ahora, el Gobierno central se plantea utilizar esta fórmula para financiar algunas de las actuaciones previstas en el plan de infraestructuras.