El sector energético, bajo la lupa de la Comisión Europea
La Comisión Europea anunció recientemente el inicio de una ronda de investigaciones sectoriales sobre los mercados energéticos y financieros con el fin de determinar si se rigen por los principios de la competencia. Posteriormente Neelie Kroes, comisaria de Competencia, confirmó ante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo que se preparan nuevas iniciativas en este sentido para 2006, en particular en relación a las telecomunicaciones.
Las investigaciones sectoriales configuran uno de los poderes de investigación de que dispone la Dirección General de Competencia de la Comisión para su labor supervisora de los mercados, siendo su principal objetivo recabar información sobre posibles distorsiones de la competencia en sectores económicos determinados. Cuando la Comisión entiende que existen signos claros de que la competencia no funciona como debiera en un mercado, debido, por ejemplo, a una excesiva rigidez en los precios o al estancamiento en los intercambios intracomunitarios, puede activar este mecanismo para afinar su diagnóstico al respecto.
Las investigaciones se suelen desarrollar en varias fases sucesivas y en coordinación con las Administraciones de competencia y regulatorias nacionales. En una primera etapa, que se desarrolla en la actualidad, la Comisión envía detallados cuestionarios a una muestra representativa de los principales operadores de dichos sectores, solicitando información exhaustiva tanto sobre el mercado en general como sobre su actuación en el mismo. Si la Comisión entiende que puede haber indicios de restricciones a la competencia, puede enviar una nueva ronda de cuestionarios a los mismos o a nuevos operadores o, incluso, complementar éstos con investigaciones domiciliarias en la sede de las empresas investigadas. Es importante destacar que existe un deber de las empresas de colaborar plenamente con las investigaciones, y que pueden imponerse severas multas al que las obstaculice o no colabore.
Abogado del departamento de Derecho Comunitario y de la Competencia de Linklaters
Con dicha información, la Comisión elabora un informe sobre el sector, previsto en el presente caso para 2006, en el que identifica distorsiones a la competencia o ineficiencias del mismo, y recomienda medidas concretas para ponerlas fin. Además, si se encuentran indicios de violaciones de la legislación de competencia, ya sean acuerdos ilícitos entre empresas o abusos de posición dominante, la Comisión puede iniciar expedientes sancionadores individuales. Un precedente en este sentido son los expedientes iniciados por la Comisión contra operadores de telecomunicaciones como consecuencia de su investigación sobre los acuerdos de roaming en 2000.
¿Por qué el sector energético? Existe una creciente preocupación en la Comisión sobre el funcionamiento de los mercados energéticos y su repercusión en el desarrollo económico general. La escalada de precios de los combustibles, y la correlativa pérdida de competitividad de la industria europea, unido a que la liberalización del sector no termina de dar los frutos esperados, han reforzado la inquietud existente sobre la eficiencia de los mercados energéticos y, en particular, sobre ciertos aspectos generales de los mismos:
l Los mecanismos de fijación de los precios mayoristas. La Comisión ha recibido quejas sobre la sospechosa similitud de las ofertas de los operadores, mientras siguen detectándose rigideces y poca transparencia en la fijación de los precios, y su relación con los de los mercados energéticos internacionales.
l Los intercambios energéticos intracomunitarios siguen sin ser relevantes, y no permiten aprovechar las posibles eficiencias existentes entre los distintos mercados geográficos.
l Aunque se ha avanzado en la separación operativa y formal de los grandes operadores energéticos, verticalmente integrados, la estructura del sistema sigue inalterada, especialmente en generación.
La Comisión ha anunciado que se centrará en los mercados del gas y de la electricidad, en particular en el desarrollo de los mercados mayoristas, en la formación de precios y en la limitadas alternativas que existen para los consumidores.
Si bien la investigación de la Comisión puede, debido a su amplitud, despertar recelos en el sector, tanto por la lógica inquietud derivada de desvelar información sensible como por los precedentes de actuaciones derivadas de previas investigaciones, no hay que perder de vista las enormes posibilidades que este ejercicio genera para aquellas empresas interesadas en destacar y eliminar los obstáculos a la competencia que aún existen en los mercados energéticos, siempre con la inestimable ayuda de la Comisión.