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El Ejército del Aire compra un simulador para paracaidistas

La dotación de la base aérea de Alcantarilla (Murcia) recibe mañana formalmente la entrega de los simuladores de salida y descenso de paracaidistas diseñados y fabricados por la empresa tecnológica española Einsa. El Mando del Apoyo Logístico del Ejército del Aire español ha adquirido una maquinaria única en el mundo para el entrenamiento de soldados.

Los aparatos patentados por Einsa consiguen, asegura la compañía, unas condiciones similares a las de una caída real, tanto en lo que se refiere al movimiento de descenso como al de desplazamiento lateral e, incluso, posible giro y arrastre sobre el suelo. Estos simuladores suponen principalmente un fuerte ahorro de costes para el Ejército a la hora de entrenar paracaidistas. El simulador de caída permite realizar 360 saltos a la hora. Empleando el avión CN-235 se llevan a cabo 32 saltos a la hora y serían necesarios al menos cinco aparatos Hércules para acercarse a los 360 saltos.

Las dos máquinas simulan los dos momentos clave en el lanzamiento de paracaidistas: el de salida desde la aeronave, que permite recrear el salto del avión y el tirón sufrido por el paracaidista en el momento de apertura de la lona; y el de descenso en paracaídas que simula la caída al suelo del paracaidista, regulándose la velocidad, la posición, la velocidad del viento y el arrastre. Este último, mantiene Einsa, es único en el mundo.

El simulador de caída de paracaidistas está formada por dos vigas carrileras situadas a 25 metros de altura; sobre cada viga rueda un carro en el que pueden ir colgados hasta cuatro paracaidistas que son recogidos desde el suelo. El instructor puede seleccionar los valores de velocidad de traslación y bajada.

Por otra parte el simulador de salida lo constituye una torre en la que en su parte superior, a 12 metros de altura, se coloca una cabina de lanzamiento igual a la de los modelos de aviones C-212, CN-235, C-295 y C-130 y una salida frontal que simula la rampa trasera de avión.

La compañía explica que hasta la fecha las soluciones más conocidas similares a éstas son las adoptadas por los Ejércitos belga y estadounidense. En el primer caso se utiliza un globo de helio que puede elevar aproximadamente a 15 personas y que desciende posteriormente para recoger a esos u otros paracaidistas. Por otra parte, el sistema empleado por el Ejército estadounidense consiste en una estructura cercana a los 60 metros de altura en cuyo extremo superior se sujeta con el paracaídas extendido un saltador. En Einsa mantienen que estos aparatos no permiten simular condiciones meteorológicas o distintas velocidades como el patentado por ellos.

El Ejército de Tierra español dispone de un simulador de saltos, pero una versión más antigua que el que ahora recibe el de Aire. A finales de año recibirá otro simulador que será instalado en la dotación del Ejército de Tierra situada en Ajalvir (Madrid). Ejércitos de otras naciones emplearán estos sistemas en España para entrenar a sus tropas, según prevén los directivos de Einsa.

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