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Coyuntura

El BCE constata un frenazo en la economía de la eurozona

El pesimismo sobre la actividad económica vuelve a Europa. El BCE asegura que en el segundo trimestre el crecimiento del PIB de la zona euro no llegó al 0,5%, y el informe conjunto del IFO y las oficinas de estadística de Francia e Italia prevé una media del 0,3% trimestral hasta fin de año.

Varias instituciones económicas europeas están alertando de que la actividad económica está experimentando un nuevo frenazo, que puede prolongarse hasta fin de año, lo que limitará el crecimiento anual a tasas no superiores al 1,5%.

Si el lunes la OCDE advertía desde París el problema estructural de la economía europea, ayer fue de nuevo el Banco Central Europeo, con su repetido discurso de todos los meses. La institución con sede en París dice que el crecimiento futuro difícilmente superará el 1% real si no se ponen en marcha reformas profundas en sus mercados, especialmente en el laboral.

El BCE asegura ahora que 'el escenario para el crecimiento continúa estando rodeado de un considerable grado de incertidumbre. (...) Los riesgos apuntan una tendencia a la baja del crecimiento económico y están particularmente relacionados con la persistencia de los elevados precios del petróleo, el bajo nivel de confianza existente en la zona euro y los desequilibrios mundiales'.

El IFO y las oficinas de estadística francesa e italiana rebajan el crecimiento al 0,2%

Con los datos actualmente disponibles, terminado ya el segundo trimestre, el BCE asegura que el crecimiento 'ha sido inferior al 0,5% registrado en el primero', y 'no existen indicios de que se haya iniciado una recuperación de la actividad económica más sostenida', y sigue esperando que 'la inversión termine beneficiándose de las tasas de interés favorables y del vigoroso crecimiento de los beneficios'.

Estima el BCE que no existen temores a efectos exagerados de segunda vuelta con los precios del crudo, y espera una tasa de inflación en el entorno al 2% para todo el ejercicio. Pide, una vez más, rigor presupuestario y reformas a los gobiernos de la Unión, para alcanzar los objetivos fijados en Lisboa, y que están muy lejos de cumplirse cuando se ha agotado la primera mitad del plazo.

Las previsiones expresadas por el instituto IFO alemán y las oficinas de estadística francesa a italiana son aún más pesimistas que las del BCE. Para el segundo trimestre estiman que el PIB de la zona euro no habrá superado una tasa intertrimestral del 0,2%, que se elevará al 0,3% en el tercero y hasta el 0,4% en el cuarto.

No prevén tampoco tensiones inflacionistas, ya que la subida del crudo habría sido en parte compensada por la pérdida de vigor del euro, lo que mantendrá la inflación entorno al 2% hasta fin de año.

Otmar Issing, economista jefe del BCE, aseguró en Fráncfort que el crudo ha ensombrecido las estimaciones de inflación para este año, y que sólo en 2006 pueden estar por debajo del 2%, ya que no existe presión de los trabajadores en demanda de subidas salariales por la situación del mercado laboral. Considera adecuados los tipos en el 2%.

'Necesitamos otros líderes; Schröder y Chirac son ahora malos ejemplos'

Entre los analistas más críticos con la gestión de los políticos se encuentra el director del Instituto de Política Económica de la Universidad de Colonia, Juergen Donges, quien reclama para la UE 'otros líderes' que la saquen del parón actual. El también ex presidente del Grupo de Expertos económicos de Alemania (los sabios), que asesoran al Gobierno germano, recalca que el impulso tradicional dado por el 'eje franco-alemán' está agotado y deben buscarse nuevas fórmulas.'Al canciller Schröder y al presidente francés Chirac sólo hay que oírles para no hacer lo que dicen; son ahora malos ejemplos', comentó ayer en Madrid en un curso de la FAES, en el que criticó su 'falta de coraje' para llevar a cabo reformas económicas 'impopulares' pero necesarias.'El gran problema de Europa es el exceso de derechos adquiridos', dijo, en referencia a la necesidad de cambios que flexibilicen el mercado laboral y recorten el Estado del Bienestar. A su juicio, la 'recetas' para la economía europea pasan por recortar la fiscalidad de las inversiones empresariales, elevar la imposición indirecta, rebajar las trabas burocráticas para crear empresas, eliminar las subvenciones a las firmas que se encuentran en declive, una reforma integral del gasto en pensiones y del sanitario, y un modelo educativo de mayor calidad que luche contra los bajos salarios del Este. En el caso de Alemania, Donges indicó que 'la candidata de la CDU, Angela Merkel, es la gran esperanza', una vez que se convoquen comicios generales, y destacó su 'capacidad analítica' para resolver problemas. La combinación con los liberales 'sería la mejor elección' en un país 'acostumbrado al inmovilismo' y que 'trasvasa 75.000 millones de euros al año a los länder del Este para compensar su ineficiencia'.Escaso superávit españolDonges también tuvo palabras para la economía española de la que dijo estar en una fase de crecimiento pero de carácter 'inercial', dado que 'el Gobierno no ha tomado aún ninguna decisión relevante en política económica'. Especialmente crítico fue con la gestión del vicepresidente Pedro Solbes. 'A pesar de la tendencia al equilibrio fiscal, el Presupuesto no es sostenible a largo plazo; con el buen momento del ciclo, debería prever ya un superávit de, al menos, el 1%', dijo, informa B. Díaz.

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