Digitalizar películas para salvarlas del olvido
Convertir un material que tiene una vida útil en algo eterno. Ese es el concepto que está por detrás de la creación de la unión temporal de empresas Celul01de, en la que participan el Grupo Mediapro y la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM), que se propone restaurar materiales audiovisuales y convertirlos al formato digital. Con ese proceso, las cintas pasan a ser inmortales y con la calidad que se suma a la imagen y al sonido originales.
La idea pertenece a Miguel Rodríguez, administrador de Celul01de. Y nació a partir de la aprobación de la ley de televisión digital, que fija para 2010 el apagón analógico. 'Para esa fecha, los contenidos o se digitalizan o simplemente no se pueden volver a emitir; no tendrán ningún valor', señala Rodríguez. 'Lentamente, la historia reciente de España se está perdiendo, por la estructura molecular de las cintas, que sufren los ataques de microbios destructivos', agrega.
Rodríguez sabe lo que dice: por definición, tanto los celuloides como los vídeos sufren el paso del tiempo, que deja su huella visible en forma de ralladuras, daños y suciedad. Rodríguez sabe también por qué lo dice: la Filmoteca Nacional, Radio Televisión Española, el Ministerio de Defensa y Nodo (Noticiero Documental) son los potenciales grandes clientes del proyecto.
El coste de digitalizar una hora de cinta audiovisual ronda los 200 euros
Por el momento, la UTE ha realizado trabajos para la Fundación Valenciana, el Arzobispado de Barcelona, el Ministerio de Defensa y otros por encargo de particulares.
Miguel Rodríguez reconoce estar en contacto con el Gobierno para cerrar un contrato que les permita digitalizar los múltiples materiales que albergan la Filmoteca, RTVE y Nodo. Según él, 'todos nos dicen que hay que digitalizar los archivos, pero no nos dicen a partir de cuándo piensan hacerlo'.
Con el nacimiento de la nueva sociedad digital, por primera vez desde el comienzo de la era audiovisual, el terminal será independiente del formato en el que esté filmado el material. Además, la riqueza de la información será capaz de mantenerse intacta. 'El formato digital será un estándar', apunta Rafael Martín Sanz, consejero delegado de Mediapro.
'Con este proyecto, potenciamos además un acceso ágil y fluido a la información', explica Martín Sanz.
Rodríguez se entusiasma: 'La digitalización de una hora de material audiovisual tiene un coste aproximado de 200 euros, y digitalizar una película dañada sale entre 400 y 600 euros. En España hay millones de horas grabadas, disponibles para su transformación a este formato'.
De esta forma, asegura que 'el negocio global potencial del proyecto puede ascender a varios cientos de millones de euros'. La financiación de los equipos tecnológicos necesarios piensan hacerla mediante leasing.
La costosa tarea de restaurar celuloides
Tanto Miguel Rodríguez como Rafael Martín Sanz apuntan que el personal necesario para hacer realidad su aventura debe ser altamente capacitado y, por ende, requiere altos salarios. 'Aquí lo más costoso es formar el equipo humano', admite Martín. Y es que un restaurador cinematográfico cobra 150.000 euros al año como mínimo, explica.Teniendo en cuenta la demanda que tendrá en el futuro la digitalización de archivos de imagen y sonido, la cifra necesaria para hacerle frente asusta, incluso, a la gente de Celul01de. La idea es que José Casado, experto en restauración y director de Videoefecto -una de las empresas de Mediapro-, dirija esta parte del equipo. Sin embargo, la ECAM pone a disposición del proyecto a Juan Mariné, reconocido en el mundo del cine y especializado en la restauración de celuloides.Mariné trabaja con pasión, y es esto mismo lo que intenta transmitirles a sus aprendices: pasa gran parte del día en su taller de la ECAM, donde hay una máquina restauradora que él mismo inventó y construyó. Por sus innovaciones técnicas, el aparato no sólo les quita imperfecciones a los viejos celuloides, sino que les devuelve la frescura original.