Volkswagen promete una reestructuración total para reflotar la compañía
Wolfgang Bernhard, el responsable de la marca de Wolfsburgo mostró ayer el porqué de su fichaje en una reunión con analistas. El considerado salvador de Chrysler afirmó ayer que la situación actual del consorcio y de su principal marca es grave y que no dejará 'piedra sin mover' para asegurar que se recortan costes en 7.000 millones de euros hasta 2008, condición indispensable para lograr un beneficio de 4.000 millones en ese año y salvar la crisis.
No habrá vacas sagradas', 'no hay nada en el futuro cercano que sea básicamente positivo', 'no hay viento caliente a nuestras espaldas, sólo uno frío en nuestra cara'. æpermil;stas fueron apenas unas de las perlas que dejó ayer Walter Bernhard en la primera reunión que mantiene con analistas desde que fue fichado en octubre por el presidente del grupo Bernd Pischetsrieder. La compañía colgó la presentación del ejecutivo en su portal corporativo.
Bernhard, de 44 años, advirtió que no dudará en tomar medidas drásticas para salvar a la principal enseña del principal fabricante de Europa (y el cuarto del mundo). La marca Volkswagen entró en pérdidas en 2004, ejercicio que se cerró con números rojos operativos de 44 millones en 2004, y los amplió a 53 millones en el primer trimestre.
Las causas esgrimidas por Bernhard y el responsable financiero del grupo, Dieter Pötsch, han sido tanto la presión de precios a la baja, como la débil coyuntura económica, además del tipo de cambio del euro con el dólar, que ha perjudicado las exportaciones de la compañía y ha rebajado el beneficio operativo en más de 3.000 millones. 'Hemos sido muy vulnerables a las presiones externas', aseguró Pötsch en una de las filminas. No en vano, el financiero concluyó que en el peor de los casos, el beneficio operativo de este año podría 'deteriorarse dramáticamente'. La aspiración de la compañía es mejorar el retorno sobre inversiones, hoy en el 1,2%.
La sinceridad de Bernhard y de Pötsch, no obstante no ha parecido agradar a los inversores. Los títulos se depreciaron el 2,8% en Bolsa hasta 39,7 euros la acción. La cotización, eso sí, se ha recuperado algo de la debacle de 2004 y acumula un alza del 19% en el año, lo que deja al consorcio con una capitalización de 15.900 millones.
Otro de los problemas que atenazan a la marca Volkswagen, según su responsable Bernhard, ha sido la caída de la fiabilidad de sus automóviles. 'Volkswagen es sinónimo de calidad', sentenció el directivo. 'Pero no siempre cumplimos nuestras promesas'. En EE UU, según JD Powers, Volkswagen es la marca 34 de un total de 37 en el capítulo de fiabilidad. Por ello, otro de los propósitos de es rebajar a la mitad los fallos de los vehículos en garantía hasta 2008.
Tampoco habrá ayudado a la marca el escándalo suscitado por la supuesta creación de empresas paralelas a beneficio de algunos empleados y el soborno -con prostitutas incluidas- de altos representantes del comité de empresa. Hasta ahora, el escándalo se ha cobrado el empleo de Klaus-Joaquim Gebauer, un alto cargo del departamento de recursos humanos, y de Helmut Schuster, otro directivo de la checa Skoda. El consejo de supervisión reunido ayer aprobó además la dimisión de su jefe de personal, Peter Hartz, un colaborador del canciller Helmut Schröder, como responsable último de la trama. Pischetsrieder asumirá sus funciones.
De 5 a 10 nuevos modelos
Volkswagen no quiere dejar toda su recuperación en manos del recorte de gastos. Así, la compañía quiere sacar al mercado a largo plazo entre 5 y 10 nuevos modelos y que las nuevas generaciones sean más baratas de producir que sus predecesoras. VW pretende ampliar los segmentos principales y crear nuevos modelos. La firma invertirá 2.500 millones anuales entre 2006 y 2008 en turismos.