Economía dice a Trabajo que deberá legislar en materia laboral si no hay pacto
El Ministerio de Economía entró ayer en la polémica sobre si el Gobierno debería legislar o no en materia laboral en caso de que empresarios y sindicatos no alcancen un acuerdo. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, advirtió ayer al Ministerio de Trabajo que si no hay consenso, tendrá que legislar.
Insistió en que, aunque el Gobierno hace una apuesta 'clarísima' por el consenso, si no se consiguieran acuerdos en el actual proceso de negociación, el Ejecutivo tendría que tomar sus decisiones en aquellos campos en los que considere que es necesario una nueva legislación. 'Eso no significa que hará la reforma laboral por decreto', explicó Vegara.
Sin precisar ninguna medida, avanzó que si el Gobierno tuviera que legislar en solitario no incluiría ninguna medida 'drástica' contra la temporalidad, porque esto sería 'arriesgado', ya que podría poner en peligro la creación de empleo.
Con este mensaje de tranquilidad hacia los empresarios, que precisamente reclaman que cualquier medida contra la temporalidad no introduzca más rigidez en el empleo, Vegara aseguró que 'la premura de tiempo para alcanzar un acuerdo no puede ser determinante'.
Sin embargo, empresarios y sindicatos no comparten esta calma del Gobierno y por eso, los máximos dirigentes patronales y sindicales, José María Cuevas (CEOE), José María Fidalgo (CC OO) y Cándido Méndez (UGT), celebraron anoche una cena para tratar de desbloquear el diálogo social en materia de reforma laboral, encallado porque ni el Gobierno ni la patronal han puesto por escrito sus propuestas. A la cena asistieron también los número dos de estas tres organizaciones, que son los encargados de la negociación.
Fuentes patronales confiaban ayer en poner sobre la mesa 'una fórmula intermedia' que podría ser aceptada por todas las partes. Aunque insistieron en que 'de lo que se trata con esta cena es de no dar por zanjada la negociación y establecer un compás de espera que lleve el diálogo hasta pasado el verano'. Además, los empresarios son partidarios de establecer una fecha tope para las negociaciones. Fuentes sindicales opinaron que el encuentro debía servir para averiguar 'cuánto están dispuestos a ceder los empresarios'.