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Franquicias

La falta de locales marca la estrategia de las enseñas

La falta de locales, el encarecimiento de los alquileres y los aplazamientos en la construcción de algunos centros comerciales, así como cierta saturación de este tipo de formato, han espoleado la imaginación de las cadenas de franquicia que no quieren ver paralizados sus planes de crecimiento.

Junto a los quioscos o islas instaladas en las zonas comunes de los centros comerciales, se extiende cada día más la práctica de compartir locales, al tiempo que están empezando a surgir iniciativas que pretenden reanimar los adormecidos mercados de abastos con la presencia de cadenas de franquicias. Panaderías, tintorerías, herbolarios, enseñas de arreglos de ropa, de comidas preparadas, o de complementos para el hogar son algunas de las que mejor encajan.

Esta necesidad de aprovechar al máximo el espacio y de rentabilizar cada metro cuadrado también está cambiando el propio modelo de negocio de muchas enseñas. Según Carolina Carcedo, directora de desarrollo de Tormo & Asociados, 'los elevados precios de los alquileres hacen que las cadenas de restauración, por ejemplo, diseñen establecimientos en los que no se necesitan cocinas porque la mayor parte de los platos llegan semielaborados, y las tiendas de ropa ya no disponen de almacenes porque utilizan toda la superficie para exposición y venta'.

Carolina Morales, socia directora de Goodwill, destaca la capacidad de adaptación de enseñas como Café de Indias y Flanela que han desarrollado diferentes formatos comerciales para adecuarse a cada ubicación: el establecimiento a pie de calle, en centro comercial y el tipo quiosco (un local modulado, con 25 a 45 metros cuadrados colocado en galerías de los centros comerciales frente a la línea del supermercado). También Café de Indias y Flanela Helados mantienen una asociación de co-branding, es decir, que comparten local con buenos resultados.

Pero no todos tienen las mismas necesidades ni se dirigen al mismo tipo de público. El director de expansión de Bang & Olufsen, Alejandro Hernández, reconoce que una de las claves de su crecimiento es la disponibilidad de buenas ubicaciones: 'para Bang & Olufsen, es esencial estar en calles de primer orden y al lado de marcas nacionales e internacionales de prestigio. Actualmente estamos tardando una media de seis meses o un año en encontrar una buena situación; pero preferimos no abrir si no tenemos un buen local ubicado conforme a nuestras exigencias porque la experiencia nos ha demostrado que una mala ubicación condiciona mucho el futuro del negocio'.

Para Emiliano Bermúdez, director de franquicia de Don Piso, 'la idea de recuperar los antiguos mercados como elemento de servicio local en el barrio es una solución interesante, siempre y cuando las promotoras del centro sean capaces de atraer a la suficiente cantidad de público y además que responda al target de los locales franquiciados allí presentes'. Lo que a esta enseña no le funcionan son los centros comerciales, prefiere los locales a pie de calle.

El centro de la ciudad cambia de faz

Según Carolina Morales, 'una de las posibles salidas a esta situación puede venir de la reconversión de zonas urbanas comerciales que han quedado desfasadas y fuera del circuito comercial, a través del sistema de franquicia. La Gran Vía madrileña o la calle Fuencarral han experimentado un cambio importante de imagen en los últimos años gracias a la entrada de cadenas de franquicia que atraen a un público más joven y confieren mayor dinamismo a la ciudad. La propia calle Conde de Peñalver en su confluencia con Goya ha dado un giro radical en pocos años', asegura. El inconveniente es la homogeneización y falta de variedad que adquieren los cascos urbanos de todas las ciudades.

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