La patronal recuerda a Caldera que prometió que no legislaría sin acuerdo social
La patronal CEOE recordó ayer al ministro de Trabajo, Jesús Caldera, el compromiso del Gobierno de no reformar el mercado laboral en solitario, sin el acuerdo de empresarios y sindicatos. Este recordatorio llega tras la advertencia de Trabajo de que legislaría si no se produjera dicho pacto, ante el estancamiento de las negociaciones. Patronal y sindicatos abordan el jueves con escepticismo el intento de desbloquear la negociación.
Las negociaciones sobre la reforma laboral siguen bloqueadas y las partes empiezan a inquietarse tras el último anuncio del Ministerio de Trabajo de que legislaría en solitario si los agentes sociales no llegan a un acuerdo. Ayer fue la patronal la que dudó de la solidez de esta advertencia.
El secretario general de CEOE, Juan Jiménez Aguilar, que representa a los empresarios en estas negociaciones, aseguró que la amenaza de Trabajo supone un claro cambio en las posiciones iniciales del Ejecutivo cuyo presidente, José Luis Rodríguez Zapatero y el propio titular de Trabajo, Jesús Caldera, han reiterado que no legislarían en solitario en materia laboral.
Ante la evidencia de este compromiso, Jiménez Aguilar dijo en un curso de verano organizado por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES): 'yo no se si eso (el anuncio de gobernar unilateralmente) ha sido asumido por la Presidencia del Gobierno, porque el presidente fue muy concreto e incitó a los interlocutores sociales a que tratásemos de llegar a un acuerdo en presencia del propio Gobierno'. Dicho esto, entendió que el Ejecutivo 'no pueda abdicar de sus responsabilidades si no hay acuerdo en la mesa'.
La patronal sugiere que se fije un plazo para la negociación en futuras reformas, como se hace en la UE
Este consenso ha resultado más que imposible hasta la fecha. Es más, las posturas están más que distanciadas en cuanto al fondo y la forma de las negociaciones. Pero al margen de lo distante de las posiciones, el hecho determinante que ha encallado las conversaciones ha sido la negativa del Gobierno de poner por escrito sus propuestas en la mesa de diálogo y su cambio de estrategia, invitando a empresarios y sindicatos que sean ellos los que 'acerquen posturas' de forma bilateral.
Esto ha sido especialmente mal recibido en el lado sindical, sobre todo en Comisiones Obreras, pero aún así, los máximos líderes patronales, José María Cuevas, y sindicales, José María Fidalgo (CC OO) y Cándido Méndez, se reunirán previsiblemente el jueves para cenar e intentar desbloquear el diálogo o 'tantear, al menos, que posibilidades reales hay de llegar a un acuerdo', indicaron fuentes de la negociación.
Sin embargo, Fidalgo aborda este encuentro con la patronal con escepticismo, ya que mantiene firmemente que la reforma laboral no se desbloqueará en una reunión bilateral, sino a través de un encuentro tripartito con el Gobierno. 'Es imposible que dos (patronal y sindicatos) puedan desbloquear un acuerdo que compete a tres', manifestó el líder sindical, que aprovechó para reprochar a los empresarios y al Gobierno que aún no hayan puesto por escrito sus propuestas.
En su opinión, la reunión del jueves servirá para 'opinar y comentar las cosas' pero el desbloqueo de la negociación se debe producir en una mesa tripartita, en la que también esté el Gobierno, 'por voluntad propia', recordó Fidalgo. Aunque otras fuentes aseguran que en encuentros de este tipo 'casi siempre hay avances'.
A la vista de los resultados de la cena del jueves, según fuentes de la negociación, el Gobierno podría convocar la mesa tripartita la próxima semana o en algún momento antes de agosto para irse de vacaciones habiendo desbloqueado la negociación y emplazados a cerrar un acuerdo en septiembre.
De momento ninguna de las partes quiere tirar la toalla. Pero Jiménez Aguilar sugirió que para próximas negociaciones de este tipo, el Gobierno debería fijar un plazo transcurrido el cual legisle si no hay acuerdo, como ocurre en Bruselas con las directivas.
Mirando hacia Alemania
La patronal española miraba ayer con envidia hacia Alemania, donde el programa electoral de los conservadores -que según las encuestas ganarán el Gobierno en otoño- incluye una rebaja de cotizaciones por desempleo de dos puntos, que se financiará con una subida del IVA.La CEOE reiteraba ayer su vieja petición de rebaja de las cotizaciones, que en el caso español si siquiera tendría que costearse con una subida de impuestos, debido al superávit de cuotas existente.El secretario general de CEOE, Juan Jiménez Aguilar, reclamó un recorte de las cotizaciones al desempleo y de las que los empresarios pagan al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). Según denunció el responsable patronal, las actuales cotizaciones que pagan las empresas son las mismas que cuando había tres millones de parados (ahora hay dos) y cuando la Seguridad Social tenía doce millones de cotizantes (hoy tiene 18 millones). El Fogasa puede ahora costear las indemnizaciones de diez años. Y criticó que el superávit se destine a financiar deuda a través del Fondo de Reserva.No obstante, el líder patronal, José María Cuevas, ha rechazado recientemente una rebaja de cotizaciones de 1,5 puntos si no hay más contrapartidas de flexibilidad laboral.