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Competencia

La Comisión Europea inspecciona las oficinas de Intel en España y cuatro países más

La Comisión Europea ha registrado hoy cuatro oficinas de la multinacional estadounidense de microprocesadores y chips para ordenadores Intel Corp. en Europa, situadas en Madrid, Múnich (Alemania), Milán (Italia) y Swindon (Inglaterra). "Funcionarios de la Comisión, acompañados de representantes de las autoridades de control nacionales de la Competencia han llevado a cabo inspecciones en varios locales de Intel Corporation", ha indicado el portavoz comunitario de Competencia, Jonathan Todd.

Por su parte, el portavoz del fabricante de microprocesadores Advanced Micro Devices (AMD), Jens Drews, ha asegurado que las cuatro oficinas donde se han producido los "registros sorpresa" son las de Madrid, Milán, Múnich y Swindon, localidad próxima a Londres.

Las inspecciones se enmarcan en la investigación que lleva a cabo Bruselas sobre las prácticas comerciales de esa compañía, y han coincidido con otros registros en "varias empresas que fabrican o comercializan ordenadores", añadió el portavoz comunitario. Durante los registros, los inspectores se han incautado de "copias de documentos que son importantes para las investigaciones en curso", indicó por su parte el representante de AMD.

20 años de disputas

Intel y Advanced Micro Devices han mantenido disputas intermitentes dentro y fuera de los tribunales desde hace 20 años, casi siempre a cuenta del uso que Intel hace del dominio que tiene en el mercado de microprocesadores informáticos. El origen de esta investigación se remonta a 2001, cuando AMD denunció a Intel ante la Comisión Europea por actuar como "potencia superdominante en el mercado".

"Intel utiliza las amenazas y los pagos en metálico para mantener a los consumidores alejados" de nuestra compañía, añadió el representante de AMD, quien aseguró que esta empresa ha presentado a Bruselas "pruebas rotundas sobre estas actividades". Se trata de una "práctica ilegal" que perjudica a los consumidores, al mantener los precios altos de forma artificial e impedir la correcta difusión de las nuevas tecnologías, añadió.

La compañía demandante cifra en un 80% la participación de Intel en el mercado de los procesadores y calcula que recibe un 90% de las ganancias generadas en el negocio, lo que le da un claro monopolio y un poder extraordinariamente dominante. La misma fuente explicó que la Comisión reabrió de nuevo la investigación el pasado año a partir de las informaciones adicionales y nuevas pruebas presentadas y que Bruselas ha enviado cuestionarios a fabricantes de ordenadores para confirmar esos hechos.

Competencia agresiva

A finales del pasado junio, AMD también presentó una demanda en Estados Unidos contra Intel, a quien acusa, entre otras prácticas, de haber forzado a fabricantes de ordenadores como Dell, Sony, Toshiba, Gateway e Hitachi a establecer contratos de exclusividad con la compañía a cambios de pagos, presiones en los precios o subsidios. También en Japón se llevó a cabo este año una investigación de las prácticas de esa empresa.

Tras recibir la denuncia de AMD por prácticas monopolistas, Intel reaccionó por boca de su presidente, Paul Otellini, que afirmó que su compañía "siempre ha respetado las leyes de los países en los que opera". Dijo que Intel compite "de forma agresiva y limpia para dar lo mejor a los clientes", algo que "seguiremos haciendo".

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