El G-8 tiende una mano a África
La cumbre del G-8, marcada por los atentados de Londres, se cerró el viernes con gestos significativos. La ayuda al desarrollo para África se duplicará en cinco años, hasta alcanzar en 2010 los 50.000 millones de dólares anuales, y se destinarán inmediatamente otros 3.000 para la Autoridad Nacional Palestina. La reunión se ha cerrado sin acuerdos respecto al medio ambiente.
Los líderes de las economías más desarrolladas del planeta pusieron ayer a África en el punto de mira. La cumbre escocesa del G-8, marcada por los terribles atentados del jueves en Londres, terminó con el anuncio de que esos países duplicarán de aquí a cinco años la ayuda que destinan anualmente a los países pobres africanos, hasta situarla en 50.000 millones de dólares. Una cifra que se queda corta para muchos, pero que supone un paso adelante altamente significativo. Los líderes africanos presentes en la cumbre se han comprometido, a cambio, a 'profundizar la transparencia y el buen gobierno y a mostrar tolerancia cero frente a la corrupción'.
El primer ministro británico, Tony Blair, anfitrión de la cumbre, explicó que estas ayudas 'no significan el fin de la pobreza en África, pero sí la esperanza de que puede finalizar. No es todo lo que queríamos, pero es un progreso real'. Algunas ONG se lamentan de que sólo se llegue a esa cantidad dentro de cinco años. 'Este incremento puede salvar la vida de cinco millones de niños entre hoy y el 2010. Pero dejará a otros 50 millones sin respuestas', señaló Marta Arias, de Intermón Oxfam.
El impacto de los crímenes de Londres queda reflejado en un extremo no previsto: los miembros del G-8 aportarán 3.000 millones de dólares a la Autoridad Nacional Palestina. Este paso puede leerse como un intento de acelerar la solución del conflicto de Oriente Próximo, utilizado por grupos fundamentalistas islámicos como pretexto para justificar acciones terroristas. El comunicado final de la cumbre constata que 'vinimos a Gleneagles a trabajar para combatir la pobreza y salvar y mejorar vidas. No hemos permitido que la violencia entorpeciese el desarrollo de la cumbre. Los terroristas no han triunfado ni triunfarán'.
Pese a que los atentados partieron en dos la cumbre el jueves, los mandatarios lograron cubrir la agenda prevista. La reunión sirvió para ratificar el perdón de la deuda multilateral de 18de los países más pobres, además de compromisos para luchar contra el sida o la malaria. Otras expectativas han quedado frustradas o diferidas mediante declaraciones de intenciones. Es el caso del cambio climático, donde apenas se ha firmado una constatación del problema. En cuanto a las ayudas que Estados Unidos y la Unión Europea otorgan a la agricultura, que impiden de facto el acceso de los países pobres a sus mercados, el G-8 ha declarado su intención de 'reducir los subsidios domésticos y eliminar todos los de la exportación en una fecha creíble', que podría coincidir con la cumbre de la OMC de diciembre.
Los flecos de la cumbre. Avances, compromisos y expectativas
Mayor cooperación en la lucha contra el terrorismo
Con la sombra de los atentados de Londres en el ambiente, los líderes de ocho países que son objetivo del terrorismo prometieron mejorar la coordinación ante la amenaza, en lo tocante al seguimiento de personas sospechosas, y a la mejora de la seguridad en redes de transporte público. También se incide en la necesidad de entender 'por qué hay gente que elige el camino de la violencia'. El comunicado advierte de que ciertos grupos estarían buscando armas de destrucción masiva para provocar daños de escala mucho mayor, pero que los Gobiernos no deben sobrerreaccionar: 'Nuestra respuesta debe seguir siendo proporcionada y respetar nuestros valores democráticos comunes'.
Muchos temas pendientes para las próximas citas
Algunos aparentes resultados de la cumbre del G-8 no pasan de la declaración de intenciones, que podrían concretarse en las citas pendientes para la segunda parte del año. Nueva York acogerá en septiembre una reunión de la ONU para tratar la evolución de los Objetivos del Milenio, en la que podría extenderse la ayuda acordada para África a otras regiones. Un mes más tarde, el Reino Unido albergará otro cónclave para tratar de lograr alguna implicación estadounidense sobre el control de emisiones. En diciembre, la cumbre de Hong Kong de la OMC buscará el cierre de la Ronda de Doha, que podría avanzar hacia la eliminación de las subvenciones agrícolas en la UE y en EE UU.
España condona otros 356 millones a países pobres
El Gobierno español ha aprovechado el impacto mediático de la cumbre del G-8 para elevar en 356 millones la cifra de deuda condonada a 38 países, que se unen a los 1.860 millones ya comprometidos. Según un comunicado del Ejecutivo, la medida 'se inscribe en el compromiso del Gobierno de aumentar la ayuda oficial al desarrollo hasta el 0,5% del Producto Interior Bruto en 2008, y contribuir al cumplimiento de los Objetivos del Milenio. El Consejo de Ministros aprobó también un programa específico de canje de deuda para proyectos sociales en el África subsahariana. España se sitúa así como sexto contribuyente bilateral de los países altamente endeudados.
Novedades de forma
La cumbre de Gleneagles ha escenificado la emergencia económica de potencias como China, India, Brasil, México y Sudáfrica, cuyos mandatarios han sido invitados. También han participado líderes de otros países africanos, pues la reunión tenía como prioridad inicial ese continente. Incluso se ha recibido a Bob Geldorf y Bono, promotores de los conciertos solidarios Live8, celebrados la semana pasada.