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Laboral

Sanyo planea suprimir 10.000 empleos en todo el mundo para superar las pérdidas

Las abultadas pérdidas de más de 1.240 millones de euros que el fabricante japonés de electrodomésticos Sanyo sufrió el año pasado le ha llevado a anunciar una amplia reestructuración en sus fábricas de todo el mundo que incluirá 10.000 despidos.

El fabricante japonés de electrodomésticos Sanyo anunció ayer su intención de eliminar más de 10.000 puestos de trabajo en todo el mundo, el 10% de su plantilla total, con el objetivo de superar la crisis en la que está sumida.

Fuentes de la empresa citadas por la agencia Kyodo señalaron que el plan de reestructuración pretende dar la vuelta a esa situación, que ha llevado al grupo a sufrir pérdidas netas de 171.540 millones de yenes (1.240 millones de euros) en el último año fiscal, el peor desde la creación de la compañía hace 55 años. Para el ejercicio en curso, que finalizará el próximo 31 de marzo, el grupo prevé números rojos de 92.000 millones de yenes, unos 670 millones de euros.

Gran parte de la reducción de personal que prevé introducir el gigante asiático afectará a la división de semiconductores, donde se prevé despedir a unos 2.000 empleados. Sanyo es actualmente el décimo fabricante de chips del país.

Un terremoto destruyó la fábrica de semiconductores de Japón, con pérdidas millonarias

En las sucursales del extranjero, la compañía tiene previsto cerrar fábricas en países como China e Indonesia, mientras consolida otras plantas en esos mismos países que han encabezado la producción de sistemas de aire acondicionado, frigoríficos y otros electrodomésticos. Según la agencia Nikkei, la empresa concentrará sus esfuerzos en potenciar sus negocios de baterías recargables, dispositivos solares y aparatos electrónicos digitales.

'Los detalles del plan de reducción de costes se harán públicos el 5 de julio, pero podemos adelantar que el negocio de semiconductores será el que más afectado se vea por los recortes de personal', afirmó ayer un portavoz de la compañía a la agencia Bloomberg.

Además de la caída de los precios en los productos de electrónica de consumo, la empresa se vio afectada por un terremoto que destruyó en el mes de octubre la fábrica de semiconductores de Japón, cuya reparación le costó a la compañía más de 550 millones de euros.

Nombramientos en la cúpula

La cúpula directiva también se ha visto afectada por los pésimos resultados. En mayo, la compañía nombró por sorpresa a Toshimasa Lue, de 42 años y nieto del fundador, nuevo presidente del grupo. Al mismo tiempo, en un golpe de efecto con una escéptica acogida por parte de los analistas, Sanyo puso en el puesto de consejero delegado a Tomoyo Nonaka, una ex periodista televisiva de 50 años sin apenas conocimientos de electrónica y con nula experiencia en dirección de empresas.

Las acciones, desde principios de año, no han hecho más que caer. Los analistas dudan sobre el futuro a medio plazo de la compañía. 'Los nuevos nombramientos y la reestructuración no serán suficientes para sacar a Sanyo de la profunda crisis en la que está sumida', aseguró un analista de Nomura Securities a Bloomberg.

La multinacional, que tiene 100.000 empleados distribuidos en 80 fábricas y más de 30 filiales de venta por todo el mundo, se reorganizó en el mes de abril en cuatro áreas empresariales (productos de consumo, industria, componentes y servicios) para intentar volver a la rentabilidad y reducir su deuda. Pero parece que para los nuevos directivos esta medida no ha sido suficiente.

Futuro incierto en España

Sanyo mantiene en España dos centros, en Barberà del Vallès (Barcelona), donde tienen la sede central, y en Tudela (Navarra), donde mantiene una fábrica de televisores.Entre los dos centros suman unos 400 empleados. Ayer fue imposible localizar a un portavoz que pudiera confirmar en qué medida se verá afectada la fábrica de Tudela por los despidos, aunque fuentes sindicales indican que es muy probable que la dirección se plantee la reducción de plantilla en Navarra.La multinacional japonesa está en España desde 1961, cuando firmó un contrato con Luis Aznárez Peris, un empresario que cinco años antes había diseñado y fabricado el primer televisor español en blanco y negro. En 1984, las empresas del Grupo Aznárez se fusionaron creando Sanyo España, que exportaba radiocasetes, televisores y otros productos a toda Europa. Actualmente, la fábrica de Tudela fabrica unos 450.000 televisores analógicos al año.

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