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CincoSentidos

Las empresas familiares se abren a ejecutivos externos

Para ocupar un silla en el órgano de gobierno de una empresa familiar ya no basta con ser descendiente de su fundador. Las empresas españolas han abierto sus consejos de administración a profesionales externos y el 62% ya cuenta con ejecutivos ajenos a la familia entre sus miembros, según recoge un estudio sobre profesionalización en estas sociedades elaborado por el Instituto de la Empresa Familiar y la consultora Alexander Hughes. 'Hay un claro crecimiento de la presencia de directivos externos en la empresa familiar, tanto en sus órganos de gobierno como en el resto de la estructura, porque aportan valor', según explicó ayer el consejero delegado de Alexander Hughes, Miguel Codina.

El compromiso con la compañía o la honradez son, por encima de la capacidad de motivación o de liderazgo, las aptitudes que más valoran las empresas en el momento de fichar a un ejecutivo externo. En cuánto a su perfil, demandan universitarios con formación superior MBA y con alto nivel de inglés. Valoran también que tenga experiencia en una empresa familiar, ya que el 55% de las compañías también exige que el ejecutivo haya forjado su carrera en una de estas sociedades.

Las áreas de trabajo que ocupan los profesionales no familiares con cargos de responsabilidad se concentran en el área de finanzas y en la dirección general. Aunque seis de cada diez empresas ha fichado a directivos extranjeros, la mayoría de ellos ocupan cargos al frente de sus filiales fuera del país. El estudio también refleja que la sucesión en la empresa no se improvisa. Las compañías españolas quieren dejar bien atada su continuidad, con lo que casi el 95% de ellas ya ha planificado o está en proceso de planificar su sucesión de manera ordenada. Su objetivo prioritario es dar continuidad a la empresa en el tiempo, según opina el 61,9% de los empresarios.

El estudio también demuestra que pocas de las empresa ponen en marcha iniciativas para retener talento. 'Hay una discrepancia entre lo que las organizaciones creen que deben hacer y lo que realmente hacen', apuntó Fernando Casado, director del Instituto. En la mayoría de los casos, una remuneración elevada es el único parámetro que utilizan para retener a los directivos. La promoción interna sólo la utilizan un 10,7% de las empresas encuestadas. La responsabilidad social también preocupa a las empresas familiares españolas. Un 88,8% cuenta con un código ético, que según se especifica en el informe, no tiene porque estar escrito. Además, un 88,3% asegura haber introducido políticas de motivación a los empleados en la empresa. Una de las asignaturas pendientes de las empresas es la inversión en I+D+i. Casi seis de cada 10 declaran que destinan menos de 5% de sus ventas a investigación, mientras que una de cada tres asegura desconocer que presupuesto destinan.

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