Gallardón abre la vía a privatizar más del 20% de la M-30, pero no antes de 2007
El Ayuntamiento de Madrid mantiene la puerta abierta a vender más de un 20% de la M-30 a un socio privado. Pero, tras acatar el no de la UE a cargar la deuda a la empresa Calle 30, ha decidido aplazarlo a 2007.
Un jarro de agua fría para el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. La decisión de la Comisión Europea, a través de la oficina estadística Eurostat, de considerar pública la empresa que creó el Ayuntamiento para gestionar y reformar la autovía M-30, Madrid Calle 30, le impedirá traspasar la deuda a esta sociedad que quiere hacer mixta.
Esto significa que el Consistorio tendrá que asumir el montante de 2.500 millones de esta primera fase en sus cuentas, lo que obligará a cuadrarlas para pasar el filtro del déficit que vigila el Ministerio de Economía y Hacienda. De hecho, acata la decisión de Bruselas y no se plantea recurrirla o tratar de enmendarla a través de este ministerio que actúa como interlocutor allí, vía el grupo de trabajo que forman el Instituto Nacional de Estadística, la intervención general del Estado y el Banco de España.
Pero a pesar de que la comunicación de Eurostat no figuraba en el planteamiento del equipo de Alberto Ruiz-Gallardón, que confiaba en el visto bueno, los planes para dar entrada a un socio privado siguen adelante. Se privatizará el 20% que se adjudicará a una empresa o un consorcio que, además, se encargará del mantenimiento y explotación de la vía durante 35 años.
El Gobierno local ha decidido mantener la puerta abierta a una mayor privatización de incluso hasta el 50% que ya manejaba desde el principio y así en los pliegos consta la posibilidad de ampliar el porcentaje. Pero, tras la comunicación de la UE, el equipo de Ruiz-Gallardón ha tomado la decisión plenamente política de descartarlo para esta legislatura con lo que no será antes de 2007, explica el concejal de Hacienda, Juan Bravo, artífice de lo que será la primera autovía bajo la fórmula de colaboración público-privada. Quieren mostrar así que 'confiamos en el modelo que hemos propuesto'.
Apunta que anotar la deuda no cambia ni la cuantía de la misma ni las previsiones presupuestarias del Ejecutivo local, aunque admite que tendrán que elaborar un plan económico financiero en el que ya están trabajando.
A los grandes grupos de construcción y servicios (ACS, Ferrovial, FCC, Acciona, Sacyr Vallehermoso y OHL), interesados en convertirse en el socio privado de Madrid Calle 30, el cambio en el apunte de la deuda no les perjudica.
Pero tendrán que pujar fuertemente a la baja para llevarse el concurso, ya que el Ayuntamiento busca el menor coste y por eso la oferta económica tiene un peso del 60% sobre la puntuación.
Una autovía peculiar
El lunes acaba el plazo para presentar la propuesta que les permitirá entrar en la gestión de un modelo sin precedente en España. 'La calidad de los servicios que ofrezca la adjudicataria será clave' para determinar los ingresos, porque si no cumple con los estándares exigidos por el Ayuntamiento sufrirá reducciones en el pago anual que reciba, destaca Bravo.
A la peculiaridad de ser una autovía urbana, se une el hecho de que hay varios tramos con largos túneles. Y, en este último caso, es más complicado ofrecer servicios de emergencias que lleguen en menos de ocho minutos, o retirar coches accidentados en menos de quince, además de mantener la señalización exigida, explican en el sector.
Las compañías agotan el plazo para dar oferta
Al Ayuntamiento no ha llegado aún ninguna oferta de las grandes constructoras. Todas apurarán previsiblemente el plazo del lunes. Ruiz-Gallardón quiere un proceso rápido. Así, en julio se conocerá el adjudicatario y será accionista de Madrid Calle 30 en septiembre. Las empresas, por su parte, buscan aliados. Mientras FCC y Abertis deshojan la margarita de la alianza, OHL ultima la oferta con socios internacionales y una caja de ahorros. Ferrovial, ACS, Acciona y Sacyr también están interesados en el mastodóntico proyecto del alcalde, con una reforma que ha abierto en canal la M-30 y cuesta 4.000 millones.