El Supremo de EE UU estrecha el cerco al pirateo de cine y música
Los jueces estrechan el cerco contra la piratería. La Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó ayer que las redes que permiten el intercambio de archivos en internet pueden ser responsables de la copia sin permiso de música, películas y otros productos. La justicia norteamericana considera que las redes P2P pueden ser procesadas por violar los derechos de autor, independientemente de que estas mismas redes se puedan utilizar, además, para intercambiar otro tipo de archivos.
'Consideramos que alguien que distribuye un producto con el objetivo de promover su uso para infringir el copyright puede ser responsabilizado de lo que hagan terceras partes con su producto', señala el dictamen. La decisión del Supremo es un claro triunfo para la industria musical, así como para Hollywood.
Este caso comenzó en octubre de 2001, cuando 28 compañías denunciaron a Streamcast Networks, compañía que realiza el software para Grokster y Morpheus, por considerar que se estaba beneficiando a costa de las copias piratas que se distribuían a través de las redes de intercambios de archivos.
La decisión de ayer pone punto final a un caso que ha pasado por varios tribunales con resoluciones que, basándose en un proceso de 1984 por el caso de Betamax de Sony (copia de películas en video) no ha favorecido a los demandantes. Entonces, se dictaminó que, si bien había gente que utilizaba el vídeo para fines ilegales, eran más los que lo hacían legalmente.
Sin embargo, la piratería en internet es una actividad cada vez más corriente entre los usuarios de la red, sobre todo desde la implantación de la banda ancha. Las cifras son elocuentes. Según la Asociación de la Industria Cinematográfica Estadounidense, cada día se copian entre 400.000 y 600.000 películas en los hogares estadounidenses y uno de cada cuatro internautas realiza esta actividad.