Llega la estrella más poderosa
Todo ha cambiado en la última Clase S. Desde su estética y sus medidas, superiores a las de la actual generación, hasta la potencia de sus motores tanto en diesel como en gasolina, o su exigente y completo compendio tecnológico.
Comenzando por el diseño, el coche luce una impronta clásica, pero marcadamente musculada y, en consecuencia, de cierto aire deportivo. Así se deriva, por ejemplo, de sus abultados pasos de rueda, de sus grandes llantas de aleación o de sus exiguas aletas, sobre todo en el caso de las delanteras, pero también traseras, además de sus contenidos voladizos, responsables de una estampa señorial, pero discreta.
En este sentido, la marca de la estrella recupera algunas señas de identidad propias del todopoderoso Maybach 57/62 -el modelo más lujoso del consorcio DaimlerChrysler-, especialmente en lo relativo a pilotos y vista posterior. En todo caso, los trazos del recién llegado son ciertamente geométricos.
Por otra parte, la longitud gana entre 33 y 43 milímetros, en función de si la carrocería es normal o de batalla alargada; la altura gana 29 milímetros, la distancia entre ejes experimenta un incremento entre 70 y 80 milímetros, y la anchura de 16 milímetros. Por su parte, el maletero cubica hasta 560 litros.
Además, como cabría esperar, el habitáculo rezuma calidad por los cuatro costados, hasta el punto de situarse en el top del segmento por derecho propio en cuanto a materiales empleados y ajustes aplicados. En este sentido, las plazas traseras se podrán solicitar con dos asientos en la modalidad más lujosa, cara y exclusiva, o tres asientos, con todo tipo de sofisticaciones a su alcance como un climatizador de cuatro zonas o dispositivos ofimáticos a petición del cliente.
La nueva Clase S también recurre a soluciones como el mando de gestión integral, al estilo de los iDrive de BMW y MMI de Audi. No obstante, por su complejidad este sistema no termina de convencer a la mayoría de usuarios de esta clase de vehículos, reticentes a la falta de intuición en marcha que implican este tipo de mecanismos. Desde el nuevo sistema se controla el sistema de audio, la climatización, la navegación o el tarado de las suspensiones (una vez más de tipo hidroneumático y firmeza variable en función de las condiciones de marcha y el tipo de conducción).
De todos modos, muchos de los dispositivos que comanda ese sistema se podrán manejar con teclas de acceso directo, o bien a través del mando de voz Linguatronic, que también llegará, además de a la nueva generación, a toda la gama. Todo ello queda visualizado en la pantalla Command.
Más potencia
En motores, el escalón de acceso de la nueva Clase S será la variante 350, con mecánica V6 de gasolina y 272 CV. Va acoplada a una caja de cambios automática y secuencial de siete marchas 7G-Tronic, la misma prevista para el resto de modelos -excepto el de gasolina más enérgico-, como el S 500 de 388 CV, un renovado V8.El no va a más será el S 600, con 517 CV y propulsor de doce cilindros en V. En turbodiésel CDI, habrá una versión básica de 231 CV, pero también un tope de gama que rebasará los 320.O soluciones como el sistema Distronic Plus -de forma automática mantienen la separación con los vehículos precedentes, frenando por sí solo- o cámaras de visión nocturna que permiten ver más allá de los faros.