Enganchados a la oficina móvil
Llega la siguiente oleada de la tecnología móvil que revoluciona la empresa. Son las aplicaciones de datos inalámbricos: el acceso al correo electrónico desde el móvil, internet desde el portátil vía 3G (UMTS) o la conexión inalámbrica Wifi. Disponible en todo momento y en todo lugar, emerge la figura del trabajador conectado que va con la oficina móvil a cuestas.
La posibilidad de aumentar la productividad de los empleados ha captado la atención de los empresarios españoles, tanto grandes como pequeños, que han adoptado los servicios de correo móvil a un ritmo que ni las operadoras esperaban. En el caso de Vodafone, España es el segundo país de Europa donde más se están vendiendo terminales de correo móvil, según datos de la compañía. Es la nueva era de la empresa en tiempo real. Sin embargo, estas tecnologías inalámbricas borran los límites entre el espacio personal y el profesional. 'Hay veces que acabas teniendo tal dependencia de la BlackBerry que resulta invasivo' dice Jorge Andreo, director de innovación en Bankinter.
Lo cierto es que varios estudios de firmas como Ipsos Reid y Radicatti Group indican que usando dispositivos móviles como BlackBerry o el Treo PalmOne los empleados ahorran casi una hora diaria en la gestión del correo electrónico. 'Gestiono decenas de correos cada día con la BlackBerry, cuando llego a mi ordenador ya he leído la mitad', cuenta Andreo. Centenares de empleados del banco cuentan actualmente con el mismo terminal, una tecnología que en siete meses permite el retorno de la inversión, según afirman en Telefónica Móviles.
Pero el reverso de estas tecnologías inalámbricas es la sensación de no desconectar nunca, de estar unido permanentemente a la empresa. Los límites de lo personal y lo laboral se difuminan.
'Conozco a gente verdaderamente adicta a la BlackBerry', confiesa Rafael Ruiz de Valbuena responsable del servicio de datos de Telefónica Móviles. 'En alguna ocasión, me he encontrado en el salón de casa o, incluso, en la cama leyendo el correo electrónico', confiesa. Al tiempo reconoce que ha conseguido doblegar su voluntad y ahora deja el aparato en el cajón de la oficina cuando se va. 'Uno tiene que ser cuidadoso y marcar los límites' resume Valbuena.
En una reciente encuesta de la firma estadounidense Office Team realizada entre directivos de 1.000 compañías reveló que el 86% pensaba que durante las vacaciones sus empleados estarían más conectados que ahora a la empresa gracias a las tecnologías móviles. 'Estoy en la playa de San Juan y con el portátil y la tarjeta 3G es como si estuviera en la oficina', dice Jorge Andreo, que glosa las fases de uso de estas tecnologías: 'primero te sorprende, después te conviertes en un usuario intensivo y, al final, consigues crear el hábito de apagarla'.
Aunque el teléfono móvil implica que el empleado puede ser localizado, la posibilidad de recibir el correo o entrar en la intranet de la empresa es un cambio sustancial. 'La gente te envía un correo electrónico y si sabe que tienes Blackberry dan por sentado que lo vas a leer enseguida', dice Jorge Andreo, 'y cada vez los mensajes los envían más tarde'.
'Si internet ha cambiado los hábitos de la gente, la movilidad abre todo un mundo de posibilidades', dice Rafael Achaerandio, analista de IDC. Si bien un 20% de los encuestados por Economist Intelligence Unit considera que el teléfono móvil contribuye a reducir sus horas de trabajo, un porcentaje mayor, el 26%, opina que sus horas de trabajo aumentan por el uso de tecnologías móviles.
Aplicaciones como el correo móvil o el UMTS 3G son contratadas a partes iguales tanto por pequeñas empresas como por grandes compañías, especialmente del sector financiero y de seguros. En el caso del UMTS, son las constructoras y las empresas de ingeniería las más aficionadas, señalan desde las operadoras.
Es libertad para trabajar desde cualquier parte, pero también extiende los límites de la oficina a cualquier lugar ya sea por obligación, responsabilidad o simple pasión por el trabajo. 'Antes te quedabas en la oficina hasta tarde, pero ahora te puedes ir y terminar en casa', basta lanzar la tarjeta 3G y toda la oficina sale por la pantalla, 'así que en lugar de acabar a las nueve en la oficina acabas de trabajar a las doce en casa'. Quien muerde la manzana de la movilidad se arriesga a sus pecados.
Internet y móviles en los aviones
El único lugar al que una empresa no podía llegar con una llamada o un correo, los aviones, ha perdido su virginidad comunicacional. Las compañías de aviación han comenzado a instalar hace un año servicios de internet inalámbrico (Wifi) en algunos de sus aviones (por ejemplo Lufthansa) y el fabricante Boeing, más osado todavía, acaba de anunciar que en 2006 tendrá disponible la tecnología para hacer llamadas de móviles desde la cabina del avión.
La explosión del correo en el bolsillo
Datos, datos, datos. Las redes de comunicaciones inalámbricas dejan cada vez un mayor espacio para que corran los datos, lo mismo una hoja de cálculo va al móvil que un informe al portátil. Si Telefónica Móviles pensaba hace dos años vender unos centenares de BlackBerry al año, ahora los despacha por miles a un ritmo creciente. La mitad de los terminales que vende Telefónica Móviles y Vodafone van a grandes empresas, la otra mitad a pymes y autónomos.