Las empresas aprenden de la ley Sarbanes-Oxley
La ley Sarbanes-Oxley (SOX) no sólo afecta a las empresas estadounidenses. También las españolas que operan al otro lado del Atlántico, y que son cada vez más numerosas, tienen que tenerla muy en cuenta. La SOX es de obligado cumplimiento para todas las empresas que coticen en las Bolsas estadounidenses, tanto si lo hace toda la empresa, una parte (filial, etc.).
La normativa obliga a implantar en las sociedades afectadas mecanismos que garanticen una correcta identificación de los posibles riesgos, y controles para mitigar éstos, una documentación exhaustiva, y un sistema de exámenes para asegurar que no se produzcan errores en los procesos implicados en el reporting financiero. Las propias empresas estadounidenses se han quejado de que la aplicación de la Sarbanes-Oxley ha costado más esfuerzo y dinero de lo que pensaban en un principio.
En todo caso, se trata de una experiencia de la que pueden aprender las compañías extranjeras que operan en EE UU y que este año sí tendrán que poner en marcha todos los procesos. Sociedades como BBVA, SCH o Telefónica afrontan su primer año de experiencia con la SOX y van a tener que pasar por todo lo que han experimentado las empresas estadounidenses en el último año. Durante 2004 la consultora estadounidense CSI (Control Solutions International) ha asesorado a más de 250 empresas estadounidenses para cumplir con la Sarbanes-Oxley. CSI acaba de implantarse en España y su objetivo es ayudar también a las compañías españolas afectadas por la estricta norma de buen gobierno estadounidense a aprender de la experiencia de quienes ya han aplicado esta norma para no cometer los mismo errores, y ahorrarse tiempo y dinero.
El director general de CSI en España, Borja Baturone, aseguró la semana pasada durante la celebración de un seminario sobre las implicaciones de la ley que, puesto que en Europa aún no está claro qué tipo de normas de buen gobierno se van a implantar y viendo la normativa más rígida que por ahora es la SOX pueden tener una idea de lo que les puede esperar. 'Aquí de todas formas no se sabe mucho todavía que tipo de normas nos vana venir de Bruselas, aunque todo indica que será un equilibrio entre normativas de obligado cumplimiento bajo penas penales (tipo SOX), y directrices de buen comportamiento, tipo lo que existe actualmente en el Reino Unido', explica Baturone.
En todo caso, en opinión del director general de CSI en España, el contenido de la Sarbanes-Oxley puede ser un buen ejemplo para todas aquellas empresas que deseen mejorar su control interno sobre el reporting financiero, y mejorar de este modo la eficacia de su gobierno corporativo.
Las afectadas
La Sarbanes-Oxley afecta a empresas que son en realidad delegaciones o filiales americanas como Lucent, Cisco, Microsoft o Coca-Cola, por ejemplo. Pero también deben aplicar la norma de buen gobierno otras que como BBVA, SCH o Telefónica cotizan en mercados estadounidenses.