Las plagas se esconden en la oficina
Si lo primero que hace al llegar al trabajo es estornudar, frotarse la nariz, aclararse la garganta o restregarse los ojos es posible que en su oficina haya una plaga de ácaros. Si además de esos síntomas su despacho está enmoquetado, las probabilidades de padecer una invasión de artrópodos aumentan vertiginosamente. 'Las plagas más habituales en las oficinas son los ácaros y son muy frecuentes. Hace poco tiempo acudimos a una empresa de teleoperadores en la que había un problema en la moqueta, las alfombras y el falso techo. Los trabajadores tenían irritaciones y sarpullidos', explica José Manuel González Domínguez, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla).
Con la llegada del verano y las altas temperaturas los riesgos de padecer los efectos de las plagas se multiplican en viviendas y centros de trabajo. La bacteria de la legionela, que prolifera en sistemas que requieren agua para su funcionamiento (duchas o aires acondicionados), numerosas bacterias, hongos y ácaros, que se acumulan en los sistemas de ventilación, e insectos y roedores son las amenazas de este tipo más frecuentes en la época estival. La clave para atajarlas es, una vez más, la prevención.
'Normalmente hoy en día las oficinas realizan tratamientos preventivos porque los comités de empresa y la propia compañía están muy pendientes de las condiciones de salubridad', señala González Domínguez. Pese a ello, el presidente de Anecpla narra anécdotas tan poco tranquilizadoras como la costumbre de las cucarachas de anidar en los ordenadores. 'A veces se meten dentro de la carcasa de la CPU y provocan averías', advierte.
¿Un solitario ratón o una simple cucaracha justifica una llamada a una empresa especializada en plagas? Para los especialistas en tratar estas invasiones, sí. 'Normalmente si se ve un solo ratón puede ser un caso aislado, pero también puede no serlo. Es recomendable llamar a una empresa que haga un reconocimiento de control y realice un seguimiento 15 días después', apuntan desde Anecpla.
Pese a lo que pueda parecer, realizar un tratamiento antiplagas no resulta caro. En el caso de una oficina de 100 metros, enmoquetada y afectada por un problema de ácaros, el coste no supera los 120 euros.
Pero aquí, como en todo, hay que saber con quién se trata. 'Es importante asegurarse de que la empresa está registrada y tiene los correspondientes permisos. Hay plagas, como la legionela, en que la salud se pone muy seriamente en juego y no conviene correr riesgos', concluye González Domínguez.
Las más comunes
¦bull;Legionela. Cuando hay altas concentraciones de esta bacteria en el agua y ésta es pulverizada en forma de aerosol, existe el riesgo de contraer legionelosis.
¦bull;Hongos. Ciertas condiciones de luz, humedad y calor favorecen su aparición.
¦bull;Ácaros. Artrópodos que se alimentan del polvo. Son una causa frecuente de alergia.
¦bull;Cucarachas. Su dieta incluye desechos, pegamento, papeles, telas o resinas. Sus excrementos tienen alérgenos y son transmisoras de enfermedades como salmonelosis o disentería.
¦bull;Roedores. Además de ser capaces de transmitir enfermedades graves, causan importantes pérdidas económicas porque dañan sistemas eléctricos y alcantarillados.