El déficit comercial crece un 42% hasta abril por el tirón de las importaciones
España sigue vendiendo en el extranjero mucho menos que lo que compra. El déficit comercial hasta abril supera ya los 23.000 millones de euros, un 42% más que en el mismo periodo del año anterior. Las importaciones crecen a un ritmo del 13,3%, cuatro veces más que las exportaciones. El Gobierno espera que el déficit se atenúe en la segunda mitad del año.
Las compras de productos procedentes del exterior crecieron entre enero y abril un 13,3%, mientras que las ventas a otros países lo hicieron a un modesto 3,5%. En realidad, esta última cifra es muy similar a las registradas en años anteriores; lo que está inclinando la balanza comercial de forma alarmante son las importaciones: hace dos años crecían al 5,3%; el año pasado, al 8,4%, y este año, al 13,3%. La evolución del déficit comercial del primer cuatrimestre corre en la misma senda: 10,1% en 2003, 25,4% en 2004, y 41,8% este año.
El Gobierno espera que el temporal amaine ligeramente en la segunda mitad del año: el secretario de Estado de Comercio y Turismo, Pedro Mejía, anticipó a Cinco Días que el escenario que se baraja para el conjunto del año es de un incremento exportador de entre el 4% y el 6%, mientras que las importaciones crecerían ligeramente por debajo del 10%. De confirmarse, el conjunto del año se cerraría con un aumento del déficit notablemente inferior al actual, aunque de momento las cifras no invitan al optimismo. Los últimos datos conocidos, los del mes de abril, reflejan un mayor incremento exportador, del 8,4%. Eso sí: ensombrecido por unas importaciones que galopan al 15,8%.
El aumento de la importación se debe en gran medida al crecimiento de la economía española, en el entorno del 3% del PIB, un punto por encima de la media de la zona euro. Pero existe también un problema de competitividad de los productos españoles, que eleva la propensión a importar. Respecto a las ventas, algunos factores coyunturales, como la apreciación del euro o el encarecimiento del dólar, explican el discreto impulso exportador, al encarecer las ventas en el exterior. Pero el Gobierno reconoce que existen dos grandes problema de fondo: la excesiva concentración de las ventas en la zona euro (que lleva varios años con la economía semiestancada), y la escasa incorporación de tecnología a los productos vendidos.
El Gobierno espera que las exportaciones crezcan en torno al 5% en 2005 y las importaciones, menos del 10%. Hasta ahora, las cifras fallan
Así, las grandes apuestas del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo son la elaboración de nueve planes específicos para otros tantos destinos exportadores infraexplotados, y la creación de seis observatorios industriales para incrementar el componente tecnológico. El ministro José Montilla presentará la semana que viene un plan de apoyo a la internacionalización de las empresas con alto contenido tecnológico.
El objetivo es elevar el valor unitario medio de la cesta de productos vendida en el extranjero. Los bienes de tecnología alta suponen un 8,8% de las exportaciones españolas, lejos del 18% de media de la UE, y peor incluso que los países de la ampliación (10,5%).
El encarecimiento de la factura energética y el incremento de las compras de bienes de equipo se llevan la parte del león en la distribución sectorial del déficit. Los productos energéticos costaron un 37% más que hace doce meses, debido a la revalorización del petróleo en los mercados internacionales. En cuanto a los bienes de equipo, el periodo de expansión económica que vive España hace que aumenten un 17%.
El corolario es la evolución de la tasa de cobertura. El cociente entre exportaciones e importaciones apenas alcanza el 67,9%, diez puntos menos que hace tres años. Hay que remontarse a 1992, justo antes de la última crisis económica, para encontrar una tasa de cobertura más baja. Si se observan los países individualizados, la tasa respecto a Francia alcanzan el 94,3%, una cifra asumible. Peor es la relación con el gigante exportador alemán: apenas un 54,7%, lo que significa que, por cada euro vendido por España, Alemania nos vende dos. Pero la tasa más alarmante es la que mantenemos con China: la relación aquí es prácticamente de uno a diez.
China se consolida como la gran amenaza comercial de España
La Unión Europea sigue siendo el destino de tres de cada cuatro euros de exportaciones españolas, una dependencia que el Gobierno espera reducir en los próximos años. De momento, la subida respecto al año anterior es del 3,5%, en la misma línea que el nivel general.Más preocupante es la evolución de China. Las importaciones españolas desde ese país crecieron un 31,1% hasta abril, mientras que las exportaciones apenas aumentaron un 2,2%. El déficit comercial con China alcanza ya los 2.866 millones, lo que consolida al gigante asiático como el gran reto del sector exterior español. Ayer mismo, Pedro Mejía anunciaba 'mecanismos de defensa' si China recurre a la competencia desleal en el sector siderúrgico, en el que sus exportaciones hacia la UE han crecido un 376% en el primer trimestre.