La expectativa de tipos a la baja hunde el rendimiento de los bonos
Los inversores pueden con todo. Las expectativas de una bajada de tipos han disparado la demanda de bonos, hundiendo la rentabilidad que ofrecen. Al mismo tiempo, los buenos resultados empresariales llevan a las Bolsas a marcar un máximo detrás de otro.
Hay un exceso de liquidez en el mercado y fluye hacia bonos y acciones. Así explican los expertos el inusual hecho de que los nuevos máximos de las Bolsas de Madrid, Londres y Fráncfort hayan coincidido con la mayor la caída del rendimiento del bono alemán desde 1998.
La rentabilidad de los bonos va en sentido inverso al precio, lo que significa que su caída implica que el precio de los títulos no para de subir. El hecho es que la rentabilidad de los títulos alemanes ha caído un 4,608% en dos días. Para ver otro descenso semejante hay que remontarse a septiembre de 1998, cuando el descenso acumulado fue del 5,237%. El resultado es que el bund, el valor más líquido de la renta europea, cerró ayer al 3,146%, a sólo unas centésimas del mínimo histórico.
'Lo que los bonos están descontando es unas importantes probabilidades de que el BCE baje tipos', destaca Antonio Villarroya, estratega de renta fija en Merrill Lynch. 'En teoría, este escenario sería malo para la economía, por lo que debería afectar a la cotización de la renta variable. Pero el mercado de acciones está interpretando que la bajada de tipos estimulará la economía. Por eso se produce una fortaleza simultánea de bonos y acciones', añade el experto de Merrill Lynch.
El exceso de liquidez tira de las Bolsas, pese a la debilidad económica
Lo extraño es que la fortaleza del precio del bono coincida con una racha alcista en Bolsa. El Ibex ganó ayer un 0,14% y marcó un nuevo máximo de cuatro años. Londres y Fráncfort registraron respectivas alzas del 0,34% y el 0,25%, que llevaron los índices al precio más alto de 2005. París ganó un 0,18% y se quedó a las puertas del récord.
Los analistas creen que lo que está sucediendo es una combinación de resultados empresariales positivos con un estancamiento macroeconómico que ha prolongado la pervivencia de una política monetaria muy laxa, con tipos de interés reales negativos. Esto ha generado un exceso de liquidez que se extiende ahora por todas las alternativas de inversión.
'La liquidez busca rentabilidad y la rentabilidad se encuentra ahora en la renta variable y en los bonos a largo plazo', señala Henrik Lumholdt, estratega jefe de Inversis banco. Este economista advierte, sin embargo, que 'ya no hay valor intrínseco en la renta fija; está descontando unos escenarios de debilidad económica durante mucho tiempo y eso es muy difícil que se produzca'.
Inversis anticipa inminentes correcciones en los bonos, sobre todo en EE UU. Inversis juzga que no tiene sentido que el rendimiento del título a 10 años sea inferior al 4% cuando la inflación es del 2,8%, el PIB crece un 3,5% y los tipos están al 3% y con expectativas seguir subiendo.
'Lo único que justifica la situación actual es que hay un sentimiento de mercado muy fuerte y un exceso de liquidez que está desembocando en renta fija y variable', afirma Felipe Mesía, de Self Trade. Este analista considera que la dinámica es muy peligrosa, sobre todo si se tiene en cuenta que el petróleo ha subido más de un 40% desde enero. 'A mí me preocupa, creo que hay riesgo de una corrección seria', concluye Mesía.
Aviso desde el banco central de Inglaterra
La sorpresa cundió ayer en el mercado cuando al hacerse públicas las actas de la última reunión del Banco de Inglaterra se supo que dos de los nueve miembros del consejo habían votado a favor de un recorte en los tipos (ahora al 4,75%).'Un recorte en el precio del dinero indicaría que la situación económica se ha deteriorado mucho más de lo que el banco creía probable', explica Peter Hensman, de Mellon Global Investments. Pero este experto no cree que la noticia y el recorte del 2% al 1,5% aprobado el martes por Suecia eleven la presión sobre el BCE para que relaje su política monetaria. 'El BCE no se va a mover porque otros lo estén haciendo, reaccionará cuando los datos económicos de la eurozona indiquen que es lo apropiado', asegura Hensman.