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CincoSentidos

Cómo ven, viven y hablan sobre sexo los adolescentes

No viven con preocupación los riesgos derivados de la práctica sexual, a la que ven como algo sin compromiso; los espacios de ocio son los más propicios para desarrollar sus comportamientos sexuales; y el grupo de amigos ejerce gran presión sobre cuándo, cómo y con quién iniciarse sexualmente. Esas son algunas de las conclusiones finales de la investigación sociológica Jóvenes y sexo. El estereotipo que obliga y el rito que identifica, realizada por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), el Instituto de la Juventud (Injuve) y la Obra Social de Caja Madrid.

El estudio, basado en grupos de discusión y entrevistas con jóvenes de entre 16 y 19 años de todos los niveles económicos y procedentes de zonas urbanas y rurales, es de tipo cualitativo. Y muestra el discurso que los jóvenes mantienen sobre su propia sexualidad, el momento de iniciación, sus temores y los roles diferenciados de chicos y chicas, entre otros temas.

'El sexo adolescente se vive primariamente en, con y para el grupo', explicó Eusebio Megías, director técnico de FAD. Luego, diferenció por género: ellos 'celebran' en grupo; ellas se sienten 'enjuiciadas' por el mismo. El grupo también sanciona el momento de la iniciación, apoya o dificulta el ejercicio del sexo y llega a imponer tareas de tipo normativas a sus integrantes.

Además, pese a lo que expresan los jóvenes sobre la creciente igualdad entre los géneros, el peso del estereotipo tradicional es 'enormemente vigente' y genera un abismo de distancia entre chicos y chicas a la hora de enfrentar el sexo, señaló Megías durante la presentación del informe. Este mismo estereotipo ahoga cualquier intento de discurso diferenciador y mantiene las raíces de la desigualdad de género.

La juventud española mantiene la visión de que los chicos 'son y tienen que ser sexuales' y las chicas 'quienes tienen que controlar el deseo' porque tienen otros intereses, son más víctimas y, a su vez, porque son las que deciden cuándo hacerlo.

No obstante, soplan aires de cambio. Las mujeres jóvenes expresan el deseo de llegar a ser 'más como los chicos', para vivir el sexo con más libertad, menos culpa y sin responsabilidad. Según el estudio, ha desaparecido el riesgo de la estigmatización por la pérdida de la virginidad.

Los riesgos están siendo banalizados

El trabajo presentado ayer da varias señales de alerta. Sentencia que 'se han banalizado los riesgos de las relaciones sexuales, de la misma forma que se han banalizado los riesgos asociados al consumo de drogas'. Y advierte que la posibilidad de quedar embarazada por parte de las jóvenes es vivida como 'un accidente' y que, más allá de sus consecuencias, no merece modificaciones a nivel preventivo: 'Si tiene que pasar, que pase. Pero no me voy a arruinar la vida pensando en que puede pasar', dice uno de los testimonios recogidos.El sida y la infección por HIV son una amenaza en cierta forma superada, y otro tipo de infecciones, sencillamente no preocupan. Además, a este colectivo no le gusta hacer uso del preservativo. A ellos, porque supone una barrera supuesta a su placer, y a ellas, porque temen, si lo imponen, generar una brecha en la relación.

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