Las farmacéuticas luchan por la píldora contra la esclerosis múltiple
La formación de enfermera de Debbie Beeley no la había preparado para los pinchazos que se debe dar a sí misma un día sí y otro no desde hace seis años para controlar su esclerosis múltiple.
'La primera vez que lo hice estaba muy asustada', señala Beeley, de 41 años, que toma Rebif, un tratamiento contra la esclerosis múltiple desarrollado por la suiza Serono. 'Cuando la aguja penetra en tu piel es bastante diferente a cuando inyectas a otro'. Beeley, que vive en Rotherham (Inglaterra), tiene que viajar con una nevera portátil para mantener su medicación a la temperatura correcta.
Estos inconvenientes, y el creciente número de pacientes con esta enfermedad ha llevado a Serono, Novartis y Sanofi Aventis a competir por desarrollar una píldora que combata la esclerosis múltiple, un mercado que Lombard Odier prevé va a aumentar un 60%, hasta los 8.000 millones de dólares en 2010. Novartis, que actualmente se apoya en medicamentos antiguos como el Diovan, dará a conocer mañana datos sobre su fármaco oral contra la esclerosis y Novartis prevé iniciar el proceso de convalidación de sus preparados ante las autoridades reguladoras europeas el próximo año.
Actualmente Avonex, un fármaco de Biogen Idec lidera el mercado, con más de 1.400 millones de dólares de ventas anuales. El Rebif de Serono tuvo una facturación de 1.090 millones el pasado ejercicio y el producto de Schering, el Betaseron, proporcionó unos ingresos de 782 millones de euros. Alrededor de 400.000 ciudadanos estadounidenses han sido diagnosticados con la enfermedad, y se estima que hay unos 2,5 millones de pacientes en todo el mundo.
Por eso la mirada del sector está pendiente del anuncio que pueda hacer Novartis. Su fármaco, llamado FTY720 puede alcanzar ventas superiores a los mil millones pero los expertos sólo le dan un 30% de probabilidad de aprobación. Novartis no tiene en estos momentos ningún fármaco con ese potencial de facturación a la venta.
Sacar un fármaco al mercado tiene un coste de unos 800 millones de dólares, según datos del Centro de Estudios para el Desarrollo de Fármacos. En 1987, este coste era de 237 millones. De cada 5.000 compuestos descubiertos por los laboratorios, solamente cinco llegan a ser testados en humanos y sólo uno de ellos se comercializa.
El Tysabri de Elan, que se retiró del mercado a los cuatro meses de iniciarse su comercialización, era el primer fármaco contra la esclerosis múltiple que se lanzaba al mercado en ocho años. Su comercialización se interrumpió al detectarse dos casos de una grave enfermedad neurológica.
El producto de Novartis puede suponer un avance sobre sus competidores porque está siendo utilizado en trasplantes de órganos. Novartis ha dicho que se ha probado en más de 200 pacientes y que sigue ampliando las investigaciones.
Novartis estudia pedir que el fármaco se apruebe para trasplantes en 2006 y que se pueda usar en ensayos clínicos a partir de 2007. Esto podría suponer adelantarse frente a competidores como Serono y Sanofi-Aventis, que tienen fármacos en preparación.
Serono está trabajando en Estados Unidos en alianza con Ivax para el desarrollo de Mylinax, que espera pueda ser aprobado en 2007. El teriflumonide, el fármaco de Sanofi-Aventis podría entrar en fase III en breve, ya que se trata de una variante de otro compuesto de la compañía, Arava.
Pero mientras tanto, Beeley tendrá que seguir inyectándose. 'A la espera de avances, ya me he acostumbrado a esta medicación, controlo los síntomas y he aprendido a convivir con el tratamiento sin mayores problemas'.
Los avances en la investigación han provocado grandes oscilaciones en la cotización de los grupos farmacéuticos. Los inversores realizan apuestas de futuro sobre estas compañías, que suelen tener varios compuestos en fase experimental conviviendo con una cartera de productos maduros.
Cada año sólo un centenar de fármacos salen a la luz en todo el mundo, y algunos son sólo variantes de los que ya están comercializados.