El banco promete a sus accionistas un aumento del beneficio del 38,6%
El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, se comprometió el sábado ante los accionistas de la entidad a cerrar un nuevo ejercicio récord. 'Estimamos que nuestro beneficio atribuido, sin extraordinarios, superará los 5.000 millones de euros, 830.000 millones de las antiguas pesetas'. Un anuncio que se ganó el caluroso aplauso de los más de un millar de asistentes a la junta.
Este objetivo supone un incremento del 38,65% respecto al año anterior, una vez adaptadas las cuentas a las nuevas normas internacionales de contabilidad, cuyo impacto positivo se cifra en 470 millones. Para alcanzar esta meta, además, la entidad no tiene previsto echar mano de los fondos que le generó la venta de su participación en el Royal Bank of Scotland, una operación que le ha reportado unos ingresos de 717 millones de euros.
Las palancas de este crecimiento serán, según Botín, el negocio de la red del Santander en España, su irrupción en el mercado británico tras la adquisición del Abbey National, el resurgir de América Latina, donde resaltó la aportación de Brasil, México y Chile, y Santander Consumer Finance, la franquicia de financiación al consumo que el banco tiene en Europa.
El presidente, que en esta ocasión no mencionó a Banesto, calificó la compra del Abbey como 'un salto de gigante para el grupo', que minimiza su exposición al riesgo y abrir nuevas oportunidades de crecimiento. 'Hoy corre sangre inglesa por las venas del Santander', dijo Botín, y añadió que la entidad está batiendo sus propias expectativas en Abbey respecto al recorte de costes y a la estabilización de los ingresos. En el primer trimestre del año, esta entidad contribuyó al resultado del grupo con 153 millones de euros.
Botín recordó que su propósito en tres años es 'convertirnos en el mejor banco inglés en atención al cliente y en eficiencia'. Y prometió que estos objetivos se cumplirán antes de lo esperado. 'Les puedo asegurar que volveremos a sorprender: transformaremos Abbey mejor y antes de lo previsto'.
Prueba de la buena marcha de la entidad ha sido la decisión del consejo de incrementar el dividendo, aunque en menor cuantía que el crecimiento estimado de beneficios. El Santander repartirá el próximo 1 de agosto su primer dividendo a cuenta de 2005, que será un 12% superior a los 0,083 euros abonados por este mismo concepto en 2004.
El presidente del Santander se mostró decepcionado con la evolución de la acción en Bolsa ya que, en su opinión, la cotización 'no refleja todavía nuestro potencial de creación de valor'. Botín se sumó a las opiniones de los analistas, que fijan un precio objetivo para el valor de entre 11 y 11,5 euros, frente a los 9,54 euros actuales.
Una férrea defensa a la entrada de Rojo en el consejo
La junta de accionistas ratificó el nombramiento de Luis Ángel Rojo, ex gobernador del Banco de España, como consejero del Santander. Su incorporación desató duras críticas por parte de Pérez Escolar, que durante su intervención en la junta aludió a la vinculación de Rojo en la intervención de Banesto en diciembre de 1993 y la posterior adjudicación de este banco al Santander en abril del año siguiente.El abogado calificó la elección de Rojo como consejero como 'la decisión más escandalosa de la historia financiera española', ante la mirada y gestos contrariados del ex gobernador. Estos reiterados ataques provocaron el enfado de Emilio Botín, que tras llamar a Pérez Escolar la atención en dos ocasiones decidió retirarle el uso de la palabra. Posteriormente, el presidente del Santander se deshizo en halagos para Luis Ángel Rojo.Los accionistas también ratificaron a Terry Burns como consejero y aprobaron, además de la de Emilio Botín, la reelección por tres años de Matías Rodríguez Inciarte, Manuel Soto, Guillermo de la Dehesa, Abel Matutes y Javier Botín.Otro de los accionistas que tomó la palabra cuestionó la política de buen gobierno del Santander. Esta entidad cuenta con cuatro miembros de la familia Botín sentados en el consejo tras la salida hace justo un año del hermano del presidente, Jaime Botín, que el sábado no acudió a la junta.Emilio Botín se defendió argumentando que es la propia junta la que nombra a los consejeros. Recordó que sólo dos de ellos -el propio Emilio Botín y su hija, Ana Patricia Botín, presidente de Banesto- tienen funciones ejecutivas, mientras que los otros dos -sus hijos Emilio Botín y Javier Botín- son consejeros dominicales.
El grupo atiende las 1.300 sugerencias de los inversores
Una de las apuestas del Santander ha sido tomar nota de las sugerencias de sus accionistas, de los que ya ha recibido 1.300 cartas. Entre las propuestas que tendrá en cuenta está la eliminación de las comisiones en las cuentas vinculadas a valores y la comercialización antes de finales de año productos diseñados especialmente para los accionistas. El Santander también ha creado una oficina de calidad, dependiente del propio consejero delegado Alfredo Sáenz, para avanzar en la atención al cliente, y mejorará la información que remite de sus productos. Y, por último, el banco organizará a partir de septiembre visitas a su recién estrenada ciudad financiera, en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, a todos aquellos que estén interesados.
'Debe evitarse una excesiva regulación en buen gobierno'
Emilio Botín pidió a los reguladores que dejen más libertad a las empresas españolas en materia de buen gobierno. 'Debe evitarse un exceso de regulación en buen gobierno. Y, sobre todo, debe evitarse el comportamiento rebaño, es decir, regular determinados aspectos del gobierno corporativo sólo porque los regulan otros', afirmó.El presidente explicó que cada empresa 'es diferente y tiene necesidades y prioridades distintas', por lo que fijar una regulación única puede ser contraproducente. Para Botín, el Santander se encuentra a la vanguardia en estos temas, debido a las recientes acciones puestas en marcha en los tres últimos años, como la eliminación de las medidas de blindaje o la transparencia en materia de retribuciones del consejo con la publicación individualizada de los sueldos de los consejeros. En ambas, el Santander fue pionero en España.