Juncker fracasa en su intento de que Blair ceda en el 'cheque' británico
Tony Blair se mantiene firme. Reino Unido no aceptará congelar el cheque británico en la cumbre que se celebra este jueves y viernes en Bruselas, según ha repetido el propio primer ministro al presidente de turno de la UE, el luxemburgués Juncker, en la reunión que han mantenido esta mañana. Blair se verá ahora con Chirac para tratar de encontrar alguna vía para el acuerdo.
Blair es consciente de que el cheque es el principal escollo para alcanzar un pacto sobre las perspectivas financieras de la UE para los próximos años. La contraprestación que recibe desde tiempos de Margaret Thatcher para compensar que el país no reciba ayudas agrícolas (la mayor partida del presupuesto comunitario) hace que el Reino Unido sea el único socio que no pague la ampliación al este. Más al contrario, el monto del cheque debería subir de los 5.000 millones actuales a unos 7.000.
Esta cuestión ha centrado la entrevista que ha mantenido esta mañana con el primer ministro luxemburgués y presidente de turno de la UE, Jean-Claude Juncker. æpermil;ste ha explicado a Blair su propuesta de congelar la asignación británica en 4.7000 millones en 2007 para luego ir reduciéndola año a año hasta que desaparezca. Pero Londres lo rechaza de plano: no sólo se niega a suprimir la prevenda, sino que tampoco acepta congelarla, según ha indicado un portavoz a la agencia Reuters tras el encuentro.
Según lo comentado en días pasados, todo lo más que Blair aceptaría es un replanteamiento global del sistema de financiación de la UE. Es decir, Londres llegaría a aceptar una modificación del cheque si se reducen drásticamente las ayudas agrícolas, de las que no se beneficia Reino Unido.
Oposición de Francia
Pero esta posibilidad irrita a Francia, que es el principal receptor de los fondos de la PAC (Política Agrícola Común). Además, la cuestión se plantea en un momento políticamente muy delicado para el presidente de la república, Jacques Chirac: tras salir derrotado en el referéndum sobre la Constitución europea ha evitado dimitir, pero no puede hacer concesiones que perjudiquen su posición ante el electorado francés. Y los comicios no son hasta 2007, lo que hace temer una parálisis en las grandes decisiones de la UE. Así, la reunión entre Chirac y Blair de esta tarde puede ser trascendental en el camino a desbloquear las cuentas comunitarias.
Despejada esta cuestión, sólo quedaría pendiente para el Consejo Europeo del jueves y viernes una gran aspereza por limar: la drástica pérdida de fondos para España por el efecto estadístico tras la incorporación de los diez países del este. La lejanía en las posiciones de unos y otros hace pensar ya que la cumbre se prolongará también el sábado. Será la última presidida por Juncker ya que su mandato termina este mes. El 1 de julio el timón quedará en manos, precisamente, de Tony Blair.