Los directivos estadounidenses quieren restar poder al accionista
Algunas asociaciones de accionistas estadounidenses están presionando y presentando nuevas propuestas para reforzar el papel de los minoritarios. Se trata de una actitud que preocupa seriamente a los directivos, que, reunidos en una organización que agrupa a 160 consejeros delegados de las más grandes empresas estadounidenses, tratan de frenar cualquier nueva propuesta de los accionistas.
El año pasado, los directivos estadounidenses lograron parar el intento de la SEC de dar más poder a los accionistas a la hora de elegir y proponer candidatos a consejeros. Para los accionistas fue una batalla perdida que no ha evitado que la revolución continúe. Ahora, los dirigentes de las compañías vuelven a estar preocupados por nuevas propuestas encaminadas a que los candidatos al puesto de consejeros necesiten de la mayoría de los votos de los accionistas para conseguir sus puestos, algo que facilitaría el rechazo de algunos de ellos.
Actualmente, los accionistas pueden votar a favor del nominado o abstenerse, pero con solo un voto a favor, el nombramiento sigue adelante independientemente del nivel de abstención. Las nuevas propuestas para cambiar esta situación están siendo impulsadas por varios sindicatos, que han llevado a las mesas de negociaciones iniciativas en este sentido en varias empresas, y algunas de ellas han decidido estudiarlo (entre ellas, Intel, Gap o JPMorgan Chase, según The Wall Street Journal)
La poderosa Bussines Roundtable, una organización que agrupa a160 consejeros delegados de las mayores empresas del país, ha lanzado una campaña contra de estas propuestas y recientemente ha enviado una carta a la American Bar Association (una suerte de colegio de abogados) pidiéndoles todo tipo de cautelas a la hora de considerar la llamada 'propuesta del voto de la mayoría' para elegir a un consejero.
Esta asociación ha puesto en marcha un panel dedicado a revisar esta propuesta y, de acuerdo con los empresarios, es importante que tengan en cuenta 'todos los aspectos a la hora de permitir este voto'.
De acuerdo con esta asociación empresarial, pueden surgir muchas complicaciones 'incluyendo la confusión de los accionistas, los costes, la dificultad para identificar a personas que quieran ser consejeros y el incremento del poder de grupos con interesas especiales que puedan hacer avanzar puntos de vista muy específicos'. Las críticas son muy similares a las que surgieron cuando se quiso impulsar el año pasado una normativa similar por parte de algunos miembros del consejo del regulador de los mercados.
En su carta, los empresarios señalan que, de salir adelante esta propuesta, va a ser difícil encontrar a gente capacitada para el puesto, porque las elecciones 'van a parecerse a las campañas políticas'. Como contrapartida, la Business Roundtable ha dado a conocer un paquete de propuestas para reforzar la relación entre los consejeros y los accionistas con las que reforzar las vías de comunicación entre estos.
Entre las novedades que los empresarios proponen para dar mayor participación al minoritario, destaca la propuesta de que el consejo tenga notificación de todas las iniciativas que tengan de los accionistas y, o ellos o el comité de gobierno corporativo, supervise las respuestas que se den. Además, establecen que 'los consejeros deben atender las juntas de accionistas y responder o asegurar que los directivos respondan de forma apropiada a las preguntas de los dueños de la compañía.
Quejas sobre el coste de aplicar la ley Sarbanes-Oxley
El mayor poder de los minoritarios no es la única preocupación de los directivos de EE UU. Un año después de la aplicación de ley Sarbanes-Oxley, las corporaciones encuentran que las adaptaciones en sus metodologías están suponiendo unos gastos 'inaceptables', según el calificativo que aplicaba el diario Financial Times.La autoridad regulatoria del mercado de EE UU, la SEC, ha recibido numerosas quejas de distintas empresas que aseguran que la implantación de los controles internos les está costando más de lo que se estimaba originalmente, mucho más de lo que suponían las labores de auditoría originales.Los expertos se plantean si tantos esfuerzos realmente favorecen en algo a las inversores, por lo que se está pidiendo a la SEC que revise sus guías para los controles internos y que se propongan unos estándares de auditoría más claros y sencillos de aplicar.