Airbus y Boeing miden sus fuerzas en el salón aeronáutico de Le Bourget
Una semana decisiva comienza hoy para los dos mayores constructores de aviones del mundo. El salón aeronáutico y del espacio Le Bourget se inaugura en un clima de máxima tensión y de conflicto internacional entre Airbus y Boeing.
La tensión está servida. Los dos máximos competidores de la aviación civil afilan sus armas en una semana clave. Airbus, filial del consorcio EADS, y la estadounidense Boeing, inician la ya clásica maratoniana carrera por ganar y anunciar sus contratos más sonados durante el Salón aeronáutico Le Bourget, que se inaugura hoy en la ciudad del mismo nombre, a las afueras de París. La cita aeronáutica más mediática, que se celebra cada dos años, abre en un momento de lucha sin cuartel entre ambas compañías. Hoy, además, se abre de forma oficial el contencioso ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) que enfrenta a la Unión Europea y a Estados Unidos por sus acusaciones mutuas sobre las ayudas ilegales destinadas a Airbus y a Boeing.
La primera víctima de la batalla será el A-350. EADS, matriz de Airbus, no anunciará como estaba previsto el lanzamiento oficial del avión destinado a competir con el 787 de Boeing durante la celebración del Salón.
El consorcio, propietario del 80% del constructor, anunció la pasada semana el retraso del lanzamiento industrial 'hasta finales del mes de septiembre'. Un gesto, según los observadores, para ganar tiempo de cara al litigio que enfrenta Washington y Bruselas. De no existir todavía, las ayudas públicas, cuyo acuerdo deben dar cuatro países -Francia, Alemania, España y Reino Unido-, quedan, al menos temporalmente, vacías de contenido. No obstante, Airbus, que por el momento sólo ha recibido un pedido en firme para el A-350, ya ha hecho saber que espera 100 intenciones de compra durante Le Bourget. Una cifra todavía lejos de los 260 compromisos obtenidos por Boeing, 128 de ellos en firme, para su 787 'Dreamliner'.
El delicado momento que atraviesa Airbus podrá verse al menos compensado con la expectación que despierta el megajumbo A380. Pese al nuevo retraso anunciado en su entrega, que podría costar a la compañía fuertes sanciones económicas, el avión de pasajeros más grande del mundo 'volará todos los días' durante el Salón, según Louis Le Portz, comisario general del evento.
Le Bourget empieza con la batalla todavía abierta en la cúpula de EADS. El consorcio europeo, que en principio debía llegar a la muestra aeronáutica de mayor calado con una nueva dirección bicéfala, ha vuelto a retrasar el nombramiento de sus dos copresidentes, el francés Noël Forgeard, presidente de Airbus, y el alemán Thomas Enders, responsable de la división defensa de EADS. El consorcio europeo debe orquestar un difícil esquema de intereses cruzados entre el deseo de alemanes de mantener el equilibrio de nacionalidades en la dirección, y la ambición de los franceses de crear un nuevo reparto de responsabilidades para que Noël Forgeard abandone la presidencia del constructor aéreo.
Le Bourget será una edición más escenario de múltiples presentaciones de prototipos y de proezas aéreas. Participarán 1.800 compañías de 44 países, y se presentarán 200 aviones, civiles y militares. Boeing, que 'no tenía intención de presentar muchas novedades importantes', según la dirección comercial, dará a conocer su 777-200 LR y pretende hacer revelaciones comerciales 'al inicio del Salón'.
La concentración se masca en defensa
Al margen de la mediática batalla de la aviación civil que cada año se escenifica en Le Bourget, otra igual de feroz se libra en el sector de la defensa en Europa. El Viejo Continente 'podría estar a las puertas de una nueva fase de consolidación de la industria de defensa', según explicó la pasada semana a la prensa Denis Ranque, presidente del grupo Thales, especialista en electrónica y sistemas de defensa. Y Thales podría estar en el centro de esta nueva batalla. La compañía estuvo a punto de unirse el pasado mes de noviembre al consorcio EADS, que busca más independencia respecto de Airbus, que acapara el 60% de la cifra de negocio del grupo. Hoy, la hipótesis privilegiada sería la creación de un 'EADS bis', mediante la unión de Thales y de la división militar de la italiana Finmeccanica.