Frenos y gomas a prueba en Canadá
Después de un largo periplo por Asia y Europa, el Mundial de Fórmula 1 da el salto a América con el Gran Premio de Canadá, una de las carreras más exigentes de la temporada desde el punto de vista de la mecánica.
El dibujo del trazado del Circuito Gilles Villeneuve, ubicado en Montreal, se compone de largas rectas, engarzadas entre sí por curvas muy cerradas. Esto hace que los coches alcancen velocidades punta de más de 300 km/h en diferentes tramos de la carrera, con el motor a tope de revoluciones en el 60% del circuito, por lo que la capacidad de refrigeración será clave, al igual que el comportamiento de los frenos, que deberán soportar los brutales cambios de velocidad de los monoplazas sin recalentarse.
En este contexto, los neumáticos, un factor determinante en lo que va de campeonato, volverán a ser decisivos en Montreal, cuyo asfalto es además bastante abrasivo. Precisamente, la carrera, que tendrá lugar mañana, arranca con polémica en torno a las gomas. Después del accidente sufrido por Kimmi Raikonen en Nürburgring, varias escuderías, incluida McLaren, ha pedido revisar la normativa vigente para que se pueda cambiar de neumáticos durante la carrera.
Desde el punto de vista deportivo, Fernando Alonso y Renault llegan a Montreal como líderes en las clasificaciones de pilotos y constructores respectivamente. El asturiano ya acumula cuatro victorias en el campeonato y aventaja en 32 puntos al segundo, Raikkonen, y en 43 a Michael Schumacher.
A pesar de este cómodo colchón, Alonso prefiere no pensar en el título. 'Todo el mundo habla de esa posibilidad por la ventaja que he acumulado. Sin embargo, tan sólo llevamos poco más de un tercio del campeonato Montreal será el octavo Gran Premio de 19. Cuando se ganan los títulos es en el tramo final', asegura el piloto en declaraciones recogidas por Bloomberg.