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Conflicto comercial

La UE y China alcanzan acuerdo textil para evitar una guerra comercial

La UE y China han alcanzado un acuerdo para que Pekín impongan límites voluntarios a sus exportaciones textiles, evitando así una guerra comercial, ha explicado a la prensa el comisario de Comercio, Peter Mandelson.

La UE y China han alcanzado un acuerdo para que Pekín impongan límites voluntarios a sus exportaciones textiles, evitando así una guerra comercial, ha explicado a la prensa el comisario de Comercio, Peter Mandelson.

El acuerdo cerrado tras más de diez horas de negociaciones a puerta cerrada cubre todas las categorías de productos textiles que estaban siendo investigadas por la UE, en un pacto que dará "claridad, seguridad y predictabilidad" al comercio textil entre la UE y China en los próximos tres años.

Según Mandelson, la solución amistosa es "duradera" y cubre casi todos los productos que preocupaban a la Asociación Europea del Textil (Euratex), mientras garantiza una evolución fluida de las exportaciones chinas entre este año y el 2008.

Mandelson ha recordado que siempre se ha mostrado partidario de resolver este asunto de manera amistosa en lugar de que la Unión Europea adoptara medidas unilaterales, a pesar de que podía legalmente hacerlo al ser China miembro de la OMC.

"Mi preferencia ha sido siempre lograr un acuerdo con China que refleje nuestra asociación estratégica y nuestro interés mutuo en estrechar nuestras relaciones comerciales", ha destacado el comisario. A su modo de ver, el acuerdo de hoy dará a los actores de las dos partes "claridad, seguridad y fiabilidad" de las reglas establecidas.

"Creo que el marco general supone un acuerdo justo para China y al mismo tiempo da un respiro muy necesario a las industrias textiles europeas y de los países en vías de desarrollo", ha apuntado.

Las importaciones de los productos textiles chinos en la Unión Europea aumentaron de forma explosiva tras la eliminación del sistema de cuotas, lo que ha generado alarma entre muchos de los Estados miembros y otros países productores del sector textil, que no pueden hacer frente a la competencia china, con el consecuente impacto en sus economías.

Al conflicto textil se suma, además, un posible conflicto por el incremento en casi un 700% de las exportaciones de calzado chino a Europa, y ante el que Bruselas ya ha planteado la posibilidad de comenzar una investigación para la toma de medidas de salvaguarda también sobre estos productos.

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