Los discapacitados son los principales beneficiarios de la acción social en España
Aún son muchas las empresas españolas que no cumplen con la cuota que exige la Ley de Integración Social de Minusválidos (Lismi), que fija para empresas con una plantilla de más de 50 empleados que un 2% sean discapacitados.
Pese a todo, este colectivo es, según los datos proporcionados por el informe anual del Observatorio de la Acción Social de la Empresa en España, el principal beneficiario de las acciones sociales de las compañías.
El informe, presentado ayer por la Fundación Empresa y Sociedad, destaca el hecho de que está creciendo el número de empresas que plantean su acción social como un contenido estratégico.
La inversión realizada en actividades relacionadas con la acción social ascendió durante el año pasado a 180 millones de euros. Una cifra que, según la Fundación no debe tomarse como referencia, ya que, en su opinión, 'ningún capítulo de la gestión empresarial se mide sólo por los recursos invertidos'. En todo caso reconocen que la cifra sí sirve 'para indicar que la acción social de las empresas no es un tema menor'.
El número de discapacitados empleados por las empresas españolas al cierre del ejercicio de 2004 se situó en el 1,2%, cuando al finalizar 2003 este registro era del 1,04%.
Del total de discapacitados empleados en España 319.185 personas-, más del 4% lo hacen en alguna de las compañías participantes en el informe, según destacó el director general de la Fundación, Francisco Abad, quien afirmó que se ha avanzado mucho, ya que hace cuatro años un documento de este tipo era 'inimaginable'.
La compañía que mayor proporción de discapacitados tiene en su plantilla es el grupo alimentario Siro, con un 32,9% (296 sobre un total de 900), seguido de MRW (14,7%) y DKV Seguros (7,4%).
Respecto a otro indicador de acción social que son las compras realizadas a centros especiales de empleo, destacan Roche Farma, Grupo Barclays, Merck Sharp & Dohme, Damm y Sol Meliá, que invirtieron 28,6 millones de euros en 2004.