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Bodegas

Los Eguizábal salvan a Paternina de la suspensión de pagos

La familia Eguizábal, socio de referencia del grupo bodeguero Paternina, se ha visto obligada a dar su apoyo financiero a la compañía apara evitar que su crisis de resultados y rentabilidad deriven en una situación que la obligaría a suspender pagos. Los Eguizábal han decidido inyectar seis millones de euros en la sociedad, en forma de un crédito subordinado, para que ésta no incumpla los compromisos suscritos en el contrato del préstamo sindicado que recibió en 2002.

Las pérdidas de 8,8 millones de euros que el grupo Paternina arrojó en 2004 han situado al grupo bodeguero, controlado por la familia Eguizábal, en una complicada situación financiera.

Así lo reconoce la propia empresa en la memoria que ha elaborado para sus socios de cara a la próxima junta general de accionistas. La compañía cerró su balance a 31 de diciembre de 2004 con unos fondos propios recortados por unas pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores de 22,2 millones de euros a los que hay que unir ahora el resultado negativo citado de 2004.

La compañía reconoce que la situación por la que atraviesa 'podría provocar en ciertos momentos tensiones de tesorería'. Pero aclara que 'no existirán problemas para hacer frente al cumplimiento de sus compromisos financieros y, por lo tanto, continuar con la actividad habitual de la sociedad, dado que está previsto el desembolso en 2005, en concepto de deuda subordinada, por parte del accionista mayoritario de aproximadamente seis millones'. El objetivo de este socorro financiero es 'cumplir determinados covenants compromisos fijados en el contrato de préstamo sindicado'.

La empresa dice que cumplirá sus compromisos por el apoyo de su dueño

Como refuerzo de su situación financiera a futuro, la compañía asegura contar 'con un plan de negocios que contempla unas pérdidas de 3,3 millones en 2005 y resultados positivos a partir del ejercicio 2006'.

La empresa no atendió ayer las reiteradas llamadas de Cinco Días para que algún portavoz autorizado de la misma explicara con mayor detalle tanto la situación que la propia compañía ha decidido desvelar a sus accionistas, como los parámetros que ha de cumplir de acuerdo con las exigencias del préstamo sindicado de 36 millones que recibió en 2002.

Pérdidas reiteradas

Como mayor explicación los gestores de Federico Paternina aseguran en su memoria que la situación de reiteradas pérdidas que sufre la sociedad tiene su origen 'en la no consecución en los últimos ejercicios del nivel de ventas suficiente para la cobertura de los gastos de estructura y a la existencia de unos elevados gastos financieros, consecuencia de la fuertes necesidades de financiación de las inversiones en inmovilizado y en existencias'.

En su informe de gestión, la sociedad presidida por Marcos Eguizábal indica que el ejercicio 2004 'ha supuesto una evolución bastante negativa de las ventas'. æpermil;stas se situaron en 34,6 millones, con una caída de 4,3 millones, concentrada principalmente en los mercados de exportación y en los graneles.

'Consecuentemente -subraya la sociedad- se ha mantenido más tiempo del previsto las existencias de vinos caros procedentes de 1998 y 1999 y ello ha conducido, junto a la presión a la baja de los precios, a un deterioro de los márgenes, causa principal de los malos resultados'.

Asegura además que la 'evolución negativa de los resultados no estaba prevista y que obedece al incumplimiento de los planes comerciales'.

Pero los gestores de Paternina aseguran que el balance refleja también una reducción de existencias, situadas ahora en 52,4 millones frente a los 57 millones de 2003. También alude a 'la reducción de endeudamiento por créditos bancarios en 4,13 millones de euros, por la amortización de dos nuevos plazos semestrales del préstamo sindicado, del que ya se han devuelto seis de un total de once plazos'.

Reconoce que por efecto de los malos resultados, los fondos propios se reducen a 27,1 millones, 'lo que junto con deudas a largo plazo de 28,7 millones de euros, mantiene una estructura de financiación del activo bastante confortable, sobre todo si se tiene en cuenta que 13,1 millones de la deuda a largo plazo son aportaciones de empresas vinculadas'. Se trata de deudas que la compañía bodeguera mantiene con empresas de su accionista mayoritario.

El apoyo financiero que la familia Eguizábal, que posee el 83% de la sociedad, se ha comprometido a dar ahora a la empresa no es inédito. En 2002 en paralelo al crédito sindicado que recibió de 36 millones de euros, el grupo de empresas de Marcos Eguizábal apoyo la refinanciación de Bodegas Paternina con un préstamo subordinado de 12 millones de euros.

Un sector con el cartel de 'se vende' en la puerta

Todo el sector sabe que Paternina lleva buscando un comprador desde hace mucho tiempo. El único problema es el elevado precio que piden por ella sus dueños'. Son palabras de un analista del sector, que coincide en el diagnóstico de que el talón de Aquiles de la empresa 'es su elevado nivel de existencias, compradas muy caras y que con un mercado claramente bajista en precio no consigue colocar sino es castigando el margen'. Su problema, explica, es el de un número considerable de bodegas constituidas en España al calor de los dorada década de los 90, en la que el vino alcanzó precios históricos. Hoy la mayoría de las bodegas pequeñas y medianas están en venta. La severa reducción de los márgenes es insostenible para empresas por término general muy poco capitalizadas.

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