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Presupuestos

La UE intenta resucitar la negociación presupuestaria

Los ministros de Economía de la UE intentaron ayer insuflar algo de aliento a las negociaciones sobre el presupuesto de la UE para 2007-2013. Bruselas cree que el descarrilamiento de la Constitución hace imperioso un acuerdo presupuestario el 17 de junio.

Bruselas intenta aprovechar la sensación de crisis y desorientación que los referendos de Francia y Holanda han dejado en los Veinticinco para obtener en la próxima cumbre comunitaria (16 y 17 de junio) un acuerdo sobre el marco presupuestario plurianual de la Unión Europea.

Los ministros de Economía de la zona euro (Eurogrupo) comparten ese objetivo, según su presidente, el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker. 'Coinciden en que sería enormemente deseable que se alcanzar aun acuerdo', resumió Juncker la reunión del Eurogrupo celebrada en Luxemburgo el lunes por la noche.

Las negociaciones permanecían estancadas desde hace meses y la decisión del canciller alemán Gerhard Schröder de adelantar las elecciones a septiembre de este año habían cerrado prácticamente la posibilidad de alcanzar un acuerdo la próxima semana. Pero el presidente Juncker y el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, insistieron ayer en que 'hace falta un acuerdo sobre el marco presupuestario para demostrar que Europa no se ha parado, que sigue en marcha'.

El descarrilamiento de la Constitución hace imperioso un acuerdo presupuestario

El titular español, Pedro Solbes, percibió en la reunión de ayer 'buena disposición' entre sus colegas, aunque el vicepresidente económico del Gobierno advirtió que todavía quedan 'problemas enormes' por resolver.

España, en concreto, sigue sin alcanzar los objetivos que se ha marcado en la negociación.

La última propuesta de la presidencia luxemburguesa ofrece a Madrid un período de transición de sólo dos años para el Fondo de Cohesión (unos 1.200 millones de euros anuales). España considera 'insuficiente' esa oferta, y reclama compensaciones mayores para paliar la drástica caída (hasta el 90%) de su saldo presupuestario con la Unión Europea.

Madrid considera prioritario, además, la supresión del cheque británico. España es el tercer país que más aporta a esa compensación presupuestaria que Londres recibe desde 1984 y que este año superará los 5.000 millones de euros.

Las dos partes mostraron ayer síntomas de acercamientos. El primer ministro británico Tony Blair señaló en una entrevista con el diario Financial Times que 'el cheque continuará', pero no lo calificó, como hacía hasta ahora su Gobierno, de 'innegociable'. Solbes admitió en Luxemburgo que 'para nosotros, lo óptimo, es que no hubiera cheque británico, pero somos conscientes de que posiblemente esta solución les pueda resultar inaceptable a los británicos'.

Luxemburgo propone un camino intermedio: congelar el cheque en 2007 y comenzar su reducción a partir del año siguiente.

La última propuesta de la presidencia luxemburguesa se aproxima también a las exigencias otros socios.

Luxemburgo reduce en 123.000 millones de euros el presupuesto inicial presentado por la Comisión Europea en julio de 2004 y prevé para todo el período (2007-2013) una caja común de 871.000 millones de euros. Ese techo presupuestario se sitúa ya a sólo seis décimas del 1% de la renta nacional bruta de la Unión Europea exigido por Alemania, Francia, Holanda, Austria y Suecia.

La propuesta reduce de en 79.000 millones de euros la partida para política estructural, que se sitúa en 379.000 millones de euros para los siete años.

Expediente sancionador a Italia

Italia se convirtió ayer en el primer país contra el que se inicia un expediente disciplinario por déficit excesivo tras el acuerdo en marzo de los líderes europeos sobre la reforma del Pacto de Estabilidad. El comisario europeo de Economía, Joaquín Almunia, advirtió entonces que aprovecharía los nuevos expedientes para demostrar a los escépticos que el Pacto sigue sirviendo para mantener la disciplina fiscal. Italia, según el informe aprobado ayer por la Comisión, superó el límite del 3% de déficit público en 2003 y 2004 y reincidirá, previsiblemente, en 2005. 'Por tanto, no puede considerarse un desvío temporal', descarta la Comisión, uno de los atenuantes incorporados por la reforma.La Comisión tampoco considera que la escalada del déficit italiano (que tras las sucesivas revisiones de Eurostat ha pasado del 0,6% en 2000 al 3,1% en 2004) obedezca a 'causas excepcionales' que escapen al control del Gobierno italiano. Bruselas recuerda que los números rojos han crecido en un periodo de flojo crecimiento en Italia (0,3 y 1,2% en 2003 y 2004, respectivamente) pero que en absoluto 'puede calificarse como de recesión'. El expediente italiano resalta además el agravante de una deuda (106,6%) muy por encima del límite establecido en el Pacto (60%). 'El ritmo de reducción de la deuda se ha ralentizado desde 2001 y a partir de 2003 se ha estancado en relación con el PIB', acusa la Comisión.El informe de ayer supone el primer paso de un procedimiento que puede desembocar en multas hasta del 0,5% del PIB de un país. El expediente ahora pasa a los ministros de Economía. Ecofin cerró el expediente a Holanda, y anunció el próximo a Portugal.

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