La industria farmacéutica pide libertad de mercado en Europa
Mientras la industria farmacéutica europea pide libertad de mercado en la UE, durante su tradicional encuentro anual, la Comisión anuncia que pondrá en marcha un plan para impulsar la competitividad del sector.
La denominada Agenda de Lisboa, que busca convertir a Europa en la Economía Basada en el Conocimiento más competitiva del mundo en 2010, es algo que preocupa a la industria farmacéutica europea, que con los más de 21.000 millones de euros que destina al año a I+D representa el 15% del gasto de la Unión en este ámbito.
Sin embargo, cuando ya se ha superado el ecuador de este proceso, marcado por la Comisión Europea, los resultados no son alentadores, ya que el sector en Estados Unidos sigue muy por delante en inversiones en I+D: el gasto norteamericano en investigación ha crecido 4,5 veces entre 1990 y 2004 frente al 2,7 europeo. Pero el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Empresa e Industria, Günter Verheugen, apuntó, en la reunión anual de la patronal farmacéutica europea (Efpia), que se clausura hoy en Bruselas, que 'no hay que abandonar la Agenda de Lisboa', ya que se han experimentado progresos, entre los que destaca la revisión de la legislación farmacéutica europea, en 2004, que garantiza una protección de datos de los medicamentos de 10 años.
Por su parte, el presidente de la Efpia, Franz Humer, recordó a Verheugen que 'la industria necesita evidencias de que no todo está perdido', por lo que reclamó a la Comisión Europea planes 'para garantizar el éxito de la innovación en Europa'.
'La Efpia reclama medidas para lograr el éxito de la I+D en Europa'
En este sentido, Tom McKillop, vicepresidente de la patronal, asegura que 'el problema está en la estructura del mercado', y recuerda que el sector farmacéutico es el único intervenido, lo que 'no permite un retorno de la inversión para reencauzar en I+D'. Por ello, pidió libertad de mercado para la industria. Como contrapartida, Verheugen habló de una nueva estrategia industrial para impulsar la competitividad y, por ende, la innovación del sector farmacéutico en Europa, que pretende aprobar tras el verano.
Una de las claves de esta iniciativa es 'dar más flexibilidad a la hora de establecer los precios de los medicamentos, sin sacrificar capacidad alguna de los estados miembro para proteger sus presupuestos sanitarios'.
De momento, sólo se está trabajando en esta posibilidad, aunque ya se han hecho intentos en esta dirección. Así, en un anexo a las 14 recomendaciones lanzadas hace dos años por un grupo de expertos en fármacos de la Comisión, el G10, se solicitaba libertad de precios para los medicamentos y se proponía un mecanismo de devoluciones. En función del mismo, los estados miembro pactaban retornos con la industria conforme a sus objetivos de reembolso. Esta iniciativa, no fue bien acogida por el sector, aunque nunca se aplicó.
Los otros dos pilares de la estrategia son el impulso de la innovación y la mejora de la información al paciente. El impulso a la innovación está centrado en el VII Programa Marco. No obstante, la Comisión ha propuesto un presupuesto añadido de 2.600 millones de euros para el llamado Programa de Empresa e Innovación.
El perfil de empresa que opta a recibir las ayudas es una pyme biotecnológica de pocos años, algo que apoya la Efpia, si bien Humer recordó que 'no es posible una industria biotecnológica de éxito si no existe un sector farmacéutico de éxito'. Pero las peticiones de la industria no están tan encaminadas a recibir ayudas públicas como a que exista un mercado más flexible.
Reconocimiento a la agencia europea
Las desigualdades en el acceso a los medicamentos que existen en la Unión Europea son consecuencia de un mercado fragmentado. En ningún caso se deben a problemas de tipo técnico en las agencias reguladoras, asegura el vicepresidente de la Efpia, Tom McKillop. De hecho apunta que la Agencia Europea de Evaluación del Medicamento (Emea) ha conseguido 'grandes progresos' a la hora de reducir el proceso de aprobación de nuevos medicamentos.Por su parte, el director ejecutivo de la agencia europea, Thomas Lönngren, destacó que, a pesar de los progresos, quedan campos de mejora. Entre ellos, menciona la necesidad de evitar que quienes participan en la I+D de medicamentos trabajen de forma aislada: 'El desarrollo de fármacos es algo global y por eso la clave debe ser la cooperación', sentencia.