Antonio Pérez asume el control de Kodak con el negocio digital como reto
El español Antonio Pérez tomó ayer las riendas de Kodak, gigante mundial de la fotografía. Asume el giro hacia la innovación como principal desafío y el primer obstáculo será afrontar la ralentización de las ventas en el negocio de cámaras digitales.
Dirigir el timón de la compañía hacia una mayor innovación tecnológica para no dejarse comer terreno por sus rivales. Es la principal tarea a la que se enfrenta Antonio Pérez, que ayer tomó posesión de su cargo de consejero delegado, para el que fue designado el pasado día 11.
Llega en un momento clave. Su antecesor, Daniel Carp, capitaneó el giro hacia los productos digitales en 2003 cuando ya rivales como Canon y Sony le estaban haciendo una fuerte competencia. Según los expertos, Kodak reaccionó tarde.
Ahora, a Antonio Pérez le toca zanjar la transición y enfocar la compañía al crecimiento en un área de negocio que deja mucho menos margen que la fotografía tradicional. De 59 años, trabajó durante 25 en Hewlett-Packard, donde llegó a vicepresidente. Aporta a Kodak su experiencia en alta tecnología en un momento de cambio del modelo de negocio. 'Ahora que hemos logrado masa crítica no hay excusa para no emprender una transformación', ha declarado el ejecutivo español.
Bajar precios
La estrategia de su antecesor tuvo sus primeros frutos el año pasado cuando el grupo superó a Sony como primer vendedor de cámaras digitales en EE UU aunque se mantiene como número uno mundial. Sin embargo, en el primer trimestre la centenaria compañía que ahora dirige Pérez ralentizó el crecimiento de los ingresos, que aumentaron un 23% frente al 40% del trimestre anterior.
Sus competidores Sony y Canon avisan de que sus ventas en este terreno también frenarán el ritmo este año y pasarán al 20% y al 7% frente a incrementos del 63% y del 40% en 2004, respectivamente. Kodak no ha hecho previsiones.
A esto se une la creciente demanda de los consumidores por las cámaras digitales más baratas que, según los expertos, forzará a los fabricantes a bajar los precios.
Tampoco hay que olvidar que Pérez debe cerrar el severo recorte de plantilla de 15.000 empleos de Carp (ya se han reducido 11.000) y afrontar la deuda que generaron los 3.000 millones de dólares en compras en el área digital que llevaron al rating a la calificación de basura.