Pasión por el Quijote
Al inicio de la entrevista, Justo Fernández Bargues disponía de una colección de 430 ejemplares del Quijote. Al finalizar, había aumentado a 435. Entre medias, recibió una llamada de su mujer, que comparte con él la pasión de coleccionar libros del hidalgo manchego y es la encargada de encuadernar y arreglar los ejemplares deteriorados. Le comunicaba que acaban de recibir cinco nuevas obras. 'Entre ellas hay una edición en galés del siglo XIX, un idioma en el que no tenía ningún ejemplar. También otro volumen del mismo siglo, pero en francés'.
Justo Fernández Bargues es gerente de ACC seguros, una aseguradora especializada en el ramo de caución. La propiedad de la colección está compartida entre la empresa y Fernández Bargues. 'Los que tienen un mayor valor de inversión son los que se queda la empresa porque se debe justificar ese dinero y deben tener una mayor perspectiva de revalorización' aclara. 'El resto, aquellos ejemplares más deteriorados o de menor valor de inversión, me los quedó yo. Tienen mayor interés de coleccionismo' dice. A raíz de tal división, ACC cuenta con unos 40 ejemplares de mayor valor, y los casi 400 restantes los atesora el matrimonio en su casa.
'Los buenos Quijotes son un valor seguro. A largo plazo, comprando a precios de mercado y sabiendo esperar, se pueden obtener revalorizaciones parecidas al arte. Entre cuatro y diez años, está asegurado un 15% anual' declara.
De todas formas, existe un gran desconocimiento. 'La gente piensa que cuestan mucho. Incluso hay personas que tienen un volumen antiguo y creen que tienen un tesoro' insiste. Así, piensa que el volumen más caro de su colección debe rondar los 9.000 euros. Muy lejos de las grandes obras de arte.
Como anécdota, cuenta que hace poco salió en subasta un ejemplar de la tercera edición, de 1605, publicada en Lisboa, por 65.000 euros. 'No llegó a rematarse', sentencia. 'Hay pocos libros que en sí mismos valgan mucho dinero. Lo que sí puede cobrar valor es la colección en su conjunto, pues puede acumular suficientes rarezas y subir de precio', explica. Fernández Bargues considera que su colección es una de las más variadas. 'Contamos con Quijotes de todos los tipos, épocas e idiomas. Pero nos faltan las primeras ediciones. A partir del siglo XVIII ya está muy completa', declara.
Aunque no hay certeza, se calcula que a lo largo de estos cuatro siglos se han editado unos 4.000 Quijotes diferentes, en todos los idiomas con escritura. En el repertorio de 1917, último realizado, se listaron 996 ediciones.