Alierta se presenta ante la junta con un respaldo de votos récord
César Alierta se presentará hoy ante la junta con el mayor respaldo accionarial de su historia. Telefónica ha logrado un número de delegaciones de voto que ronda el 60%, frente a una media de los últimos años del 40%.
Primero fue Francisco González en la junta del BBVA, luego Manuel Pizarro en la asamblea de Endesa y ahora Alierta en la cita anual de Telefónica. Los presidentes de las principales empresas del país se están enfrentando este año al momento de rendir cuentas a sus socios con respaldos accionariales históricos.
El de Telefónica ronda el 60%, según fuentes cercanas a la firma, una cifra que contrasta con el 43% del ejercicio anterior, con el 35% de 2002 o con la media del 40% de los últimos cuatro años. La operadora, además, no ha tenido que recurrir a las primas por asistencia, un incentivo que sí utilizó Pizarro en su última junta, y lo tiene más difícil que los bancos a la hora de movilizar al accionariado, ya que todos los fondos y sus clientes le son ajenos.
Aunque en la junta de hoy no se prevén más conflictos que los que creen las asociaciones de minoritarios que están en contra de la absorción de Terra y los sindicatos con menor representación, contar con el respaldo mayoritario de los votos supone una tranquilidad ante cualquier imprevisto. Pase lo que pase hoy, Alierta sabe que va a ganar la votación. También supone un respaldo a la gestión, aunque Alfonso Cortina logró quórum récord en su última junta al frente de Repsol y eso no impidió su destitución.
En el caso de Telefónica, un 60% de delegaciones de voto implica una fuerte movilización del capital internacional presente en la operadora. Y esa es la parte difícil. Se da por hecho que los socios institucionales españoles -con el BBVA y La Caixa a la cabeza- están localizables y votarán en la junta, pero lo mismo no está tan claro con los extranjeros.
Estos accionistas, además, van copando cada vez más el accionariado de Telefónica. Si hace un año la estimación era que suponían el 41% del capital, ahora se calcula que los socios institucionales internacionales llegan al 55%.
Y esta subida coincide con una caída de los minoritarios. Telefónica ha vuelto a perder inversores en el último año y ha acelerado considerablemente el ritmo de bajada. Después de tres años consecutivos de suma de accionistas, que llevaron a la operadora al récord de 1,7 millones de socios, la tendencia se invirtió entre 2003 y los primeros meses de 2004. Ahora, la pérdida de accionistas asciende a casi 150.000 desde marzo del año pasado hasta el 1 de abril de éste.
En estos momentos, Telefónica cuenta con 1,52 millones de accionistas, en una caída que se ha debido en buena medida a la subida bursátil. Tras el estallido de la burbuja tecnológica y mientras la cotización descendía, los socios mantuvieron su inversión. Con la recuperación, sobre todo la de 2003 y principios de 2004, han llegado las ventas para realizar beneficios.
Entre la remuneración y las compras
César Alierta se presenta hoy ante los accionistas con dos políticas a veces contradictorias, que en el caso de Telefónica suponen una estrategia combinada. La operadora quiere convertirse en la firma del sector con más crecimiento y que mejor remunera a sus accionistas.La primera vía se consigue con crecimiento orgánico, pero también, y sobre todo, con adquisiciones. Las últimas han sido en Latinoamérica, con las filiales de Bellsouth, y en Europa, con la compra de Cesky.A pesar de que esta última compra levantó ciertos recelos entre los inversores, Alierta ha defendido en el pasado y volverá a hacerlo hoy la contribución positiva que va a significar la operadora checa y el efecto en un mayor crecimiento. Como ejemplo tiene el impacto de la operación Bellsouth, que ha disparado los ingresos en el último trimestre de 2004 y el primero de 2005.Pero lo importante de la estrategia de Telefónica es que la compañía asegura que puede comprar sin penalizar la remuneración al accionista e, incluso, aumentándola. Así lo hizo el año pasado, cuando elevó de 0,4 a 0,5 euros el dividendo por acción. A finales de abril, Telefónica también anunció el incremento hasta 6.000 millones del plan de recompra de acciones entre 2005 y 2007. Con estas bazas, la operadora asegura que está sentando el terreno para seguir subiendo en Bolsa como lo ha hecho en los últimos años, cuando ha pasado de la décimo quinta a la tercera posición del ranking por capitalización del sector.