El empresariado israelí, sacudido por un escándalo de espionaje industrial mediante un §troyano§
Una veintena de ejecutivos y directivos de grandes compañías de Israel han sido detenidos bajo la acusación de espionaje industrial mediante el uso de un ¢troyano", un programa que permite al atacante tomar el control de un ordenador, introducido en las estaciones de trabajo de las empresas rivales. Tres agencias privadas de investigación eran las que presuntamente realizaban el espionaje para sus clientes.
La noticia ha saltado hoy a la primeras páginas de los diarios israelíes, ante la envergadura nacional de las empresas implicadas, entre . Entre otras, el canal de televisión por satélite "Yes", que podría haber espiado a una competidora, la cadena "HOT", así como las operadoras de teléfono "Pelephone" y "Cellcom", que se supone que han espiado a su rival mutuo "Partner".
También se han encontrado programas de espionaje en los ordenadores de compañías como "Strauss-Elite", "Shekem Electric" y del diario de economía "Globes". La Policía investiga además a más compañías de la trama, y cuyos nombres se encuentran aún bajo secreto de sumario.
La investigación comenzó en noviembre de 2004 cuando Amnon Jacont escritor israelí, y su mujer, Varda Raziel-Jacont, denunciaron a la Policía en Tel Aviv que alguien había entrado en sus ordenadores y robado información que después apareció colgada en una página web.
Tres agencias de detectives privados
Tras examinar el ordenador, la Policía concluyó que se había utilizado el sistema "caballo troyano" y descubrió que había sido creado por Michael Haephrati. Los investigadores afirman que Haephrati vendió su programa a esas tres agencias privadas israelíes de investigación por unos 2.900 euros por unidad tras adaptarlas a las necesidades específicas de cada caso.
Según el superintendente de la Policía, Arye Edelman, jefe de la unidad de fraude de Tel Aviv y encargado de la investigación, Haephrati introdujo su programa mediante e-mails o mediante un discos de ofertas comerciales y de negocio.
Tras investigaciones en servidores situados en Israel y también en EE.UU., la policía ha descubierto decenas de miles de documentos que pertenecían a importantes compañías israelíes, muchos de ellos confidenciales.