'El Windsor ha elevado la demanda de cobertura de riesgos'
Desde octubre ha vivido los momentos más complejos al frente de la filial española del primer broker de seguros del mundo. Marsh McLennan, involucrado en el siniestro del Windsor como mediador de la póliza de daños de dos de los afectados, llegó a perder el 47% de su valor en Bolsa después de que el fiscal de Nueva York, Eliot Spitzer, la pusiera en el punto de mira del sector mundial por prácticas irregulares, aunque generalizadas.
La crisis, que define como 'un tsunami', se saldó con la dimisión del presidente del grupo, un acuerdo extrajudicial de 850 millones de dólares, un recorte de 2.500 empleos a nivel mundial y el abandono de las comisiones derivadas de acuerdos de rappel lo que ha dañado los ingresos. En la actualidad se ha recuperado el 10% del valor bursátil.
Pregunta ¿Cómo concluyó el ejercicio en España y cómo se ha iniciado el 2005?
Respuesta El 50% de nuestro negocio corresponde a la gestión de grandes riesgos. España representa más del 4% de los ingresos de Europa y alrededor del 8,75% de los beneficios. En 2004 el negocio creció un 15% con unos ingresos de 47 millones de euros. Somos positivos con la evolución prevista a pesar del 'tsunami' del ejercicio pasado.
P ¿Qué se ha aprendido y cómo ha afectado?
R Que los medios de comunicación son poderosos y que el fiscal ha considerado que debíamos modificar nuestro modelo de negocio, algo harto sorprendente. La compañía se ha reestructurado en zonas geográficas como consecuencia del abandono de los rappels, una práctica que también existe en el mercado español. Y se ha acelerado la tendencia hacia una remuneración más transparente como son los honorarios frente a las comisiones. El énfasis ahora está en la consultoría de riesgos.
P Marsh intermedia la póliza de daños de dos de las compañías afectadas en el siniestro del Windsor. ¿Qué efecto ha tenido este incendio en el negocio?
R Son eventos como este los que despiertan el interés por la gestión de riesgos. Muchas empresas han decidido trabajar con un gran broker que tenga la experiencia necesaria y hasta ahora tenían los riesgos infradimensionados. Hay un incremento absoluto en la demanda de planes de contingencia que eviten el posible riesgo reputacional o la pérdida de clientes.
P ¿Existe en España una cultura de riesgos?
R La gran empresa española ya no se diferencia de otras en países más avanzados en la gestión de riesgos. Sin embargo, queda mucho que hacer en otro tipo de entidades que aún no entienden el control de riesgos como fuente de ventaja competitiva.
P ¿Vale hacer bien las cosas para protegerse frente al riesgo?
R Habría que hacer bien muchas cosas. Desde proteger el medio ambiente a la selección adecuada de proveedores y clientes pasando por el desarrollo en entornos con políticas sociales adecuadas o apoyar productos adecuados, entre otras cosas.
P ¿Qué tipo de riesgos son los que más preocupan?
R Los riesgos fortuitos, aunque también los estratégicos, financieros u operacionales.
P ¿Cómo se encuentra el sector en la actualidad?
R Desde principios de 2004 hay un cambio de tendencia hacia un mercado blando, con mayor capacidad y reducción en las primas. Aunque no en todos los ramos, como en el caso de la responsabilidad civil profesional, y en concreto sectores como el sanitario que tienen deficiencias significativas. Soy muy positivo respecto al desarrollo y crecimiento futuro.
P ¿Cómo va a afectar la futura ley de mediación a los corredores?
R Creo que es francamente positiva. En concreto, las exigencias de capacidad financiera para los corredores y la obligación de información y asesoramiento objetivo para los clientes. La distinción entre operadores favorecerá la parte de consultoría. Además, se producirá una selección natural entre los operadores.