Cuando el sueldo no llega
El nivel de endeudamiento de las familias españolas no deja de aumentar. Sin embargo, lo hace a la par del precio de la vivienda. Con el valor de una casa por las nubes ya no extraña que haya personas que tengan que destinar hasta el 50% de su sueldo mensual al pago de las deudas. Sobre todo si se tiene en cuenta que estas deudas pueden incluir también el préstamo personal para pagar las últimas vacaciones o el crédito para la compra del coche.
Ante estas situaciones, cada vez son más los clientes de banca que encuentran dificultades en conseguir un préstamo hipotecario para adquirir su casa.
Desde las entidades mantienen que todo varía en función de las características de cada cliente, de su situación personal y también financiera. Sin embargo, algunas sí reconocen las soluciones que ofrecen a los clientes que acuden con esta disyuntiva. En Caja España, por ejemplo, son tajantes, y afirman que 'habitualmente no se conceden operaciones hipotecarias cuyas cuotas superen el 40% de los ingresos'. Algo similar mantienen en Banco Pastor, donde, aunque admiten que todo es susceptible de negociarse, por norma la cuota no debe ser superior al 30% o 35%.
Bancaja y el Santander se escudan en la teoría financiera que señala que no debe dedicarse más del 30% del sueldo al pago de las deudas. En Bancaja, donde admiten hasta el 40%, señalan que ante esta situación se suele exigir la presentación de un aval. 'Es la única forma que tiene el banco de afrontar este tipo de situaciones', señalan desde el Santander, donde también se inclinan por exigir la presentación de garantías adicionales.
'Incluir fiadores que complementen la capacidad de pago del prestatario para que no disminuya su capacidad financiera y no se incrementen las obligaciones de la familia es una opción', señalan desde Ibercaja, donde apuntan que todo depende de la capacidad para generar recursos del prestatario y de su nivel de renta.
En Halifax se muestran más condescendientes y señalan que, dado que el aval no suele ser del agrado del cliente, intentan buscar soluciones, sobre todo teniendo en cuenta que, a su juicio, si se aplicara con rigor la teoría financiera pocos pasarían ese filtro. 'El porcentaje de pago depende del nivel de ingresos y de la familia', explican en esta entidad. 'No es lo mismo el 50% de una renta de 500.000 euros que de una renta de 10.000 euros. En el primer caso sería aceptable el 50%, pero en el segundo, posiblemente no se aceptaría ni siquiera el 25%'.
Esto demuestra que cada cliente debe intentar negociar sus condiciones con el banco o caja en cuestión y que llegado un límite sólo el aval puede facilitar los trámites para la concesión del crédito.