La resistencia a vender permite a la Bolsa cerrar la semana al alza
El balance semanal, positivo en un 0,1%, arrojado por el Ibex 35 es buena noticia para los inversores. Tanto como el hecho de que la volatilidad haya remitido de forma notable tanto en Europa como en Estados Unidos.
El balance semanal, positivo en un 0,1%, arrojado por el Ibex 35 es buena noticia para los inversores. Tanto como el hecho de que la volatilidad haya remitido de forma notable tanto en Europa como en Estados Unidos. La Bolsa se ha calmado y, además, lo ha hecho en la parte alta del reciente rango de cotizaciones.
Aunque la última semana no ha sido especialmente complicada, sí han surgido nubarrones. Las malas perspectivas del referéndum en Francia han acaparado buena parte de la actualidad bursátil, pero también ha sido la semana de la rebaja de las perspectivas de crecimiento mundial de la OCDE, recorte que ha afectado especialmente a la zona euro. También hubo novedades en otro plano, el de los hedge funds, pues el presidente del BCE se sumó a Greenspan y a otras voces para alertar del riesgo que suponen sus posiciones apalancadas cuando incurren en minusvalías. Pero, por lo visto en el parqué, este miedo parece haber pasado de moda.
Con estos mimbres, que el mercado haya aguantado refleja una actitud del inversor que los expertos llaman constructiva y que los pesimistas denominan complaciente. Traducido a lenguaje normal, esto quiere decir que la gente no vende, por ahora. Pero tampoco compra, por ahora. Por eso los índices se han estabilizado y los volúmenes permanecen bajos.
En la jornada del viernes la caída fue del 0,39%. El alza en el precio del petróleo y las recogidas de beneficios en los mercados de Estados Unidos dejaron al Ibex por debajo de la cota de los 9.400 puntos, en los 9.381. El volumen de negocio fue bajo, y no llegó a los 2.000 millones ni al incluirse las operaciones especiales.
Por lo demás, los inversores esperan tensos la jornada del lunes, que muy probablemente arroje un aumento de la volatildad derivada del resultado del referéndum en Francia, sin la referencia de Wall Street y con jornada festiva en la principal plaza financiera de Europa, la City londinense.
Nada como el ladrillo
El agotamiento no parece capaz de socavar la fortaleza bursátil de los sectores inmobiliario y constructor. Llevan siendo los más rentables de la Bolsa desde hace varios años, pero su brillo no ha menguado, y en la última semana han vuelto a estar a la cabeza del mercado. Ni siquiera tienen la necesidad de renovar los argumentos que les sirven de motor bursátil. Sigue siendo la fortaleza inmobiliaria, acompañada en el caso de las constructoras de la diversificación en servicios y la obra civil.Algunos analistas consideran que el sector ya ha ido demasiado lejos y que, en realidad, no es mal momento para hacer caja y pensar en oportunidades alternativas. Esta tesis, no obstante, se ha escuchado de forma recurrente en los últimos meses, y el dinero no ha hecho caso. El ladrillo y los sectores adyacentes siguen siendo la estrella de la Bolsa española, junto con los valores medianos.