Telefónica y Uni2, condenadas a devolver el dinero de llamadas a los 906
¿Guarda usted facturas de llamadas a los antiguos números encabezados por un 906? Si es así, no se deshaga de ellas, porque se ha abierto la vía para que Telefónica y Uni2 le devuelvan el dinero.
La Audiencia Provincial de Madrid acaba de confirmar una sentencia de primera instancia que considera que la mayoría de los 906 eran ilegales y que señala a Telefónica y Uni2 como corresponsables por beneficiarse del acceso fraudulento.
La sentencia todavía no es firme, ya que las condenadas han recurrido ante el Tribunal Supremo. Cuando lo sea, sin embargo y siempre que confirme lo dicho por la Audiencia Provincial, lo más importante será el alcance que puede llegar a tener.
Porque la demanda interpuesta por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se hizo en nombre de unos 120 afectados y el juez sólo ha estimado 23 casos, lo que limita mucho el impacto que puede tener para Telefónica y Uni2. Pero dada la evolución de la legislación de protección a los consumidores, otros usuarios tendrán derecho a reclamar la devolución de los importes de las llamadas aunque no formen parte de la presente demanda.
En este punto, con todo, Telefónica ha conseguido una victoria. La operadora se opuso a la denominada eficacia respecto a terceros usuarios y, en su defecto, pidió que existiera una limitación temporal. Y los jueces se lo han reconocido. Cualquier consumidor podrá pedir su dinero, pero no por siempre. Sólo podrán adherirse a la sentencia los usuarios que lo hagan en un periodo muy concreto, el que medie entre la resolución del Supremo y la ejecución de la sentencia.
Estos hechos hacen casi imposible la determinación de una cuantía. Fuentes de Telefónica aseguran que la cantidad a devolver a los 23 usuarios de la demanda asciende a 9.900 euros. Sin embargo, el director general de la OCU, José María Múgica, cifra el volumen de negocio de los 906 fraudulentos en 600 millones de euros durante los años que actuaron al margen de la ley, en lo que considera una 'extrapolación muy conservadora' de los pocos datos que ha dado Telefónica en el pasado sobre este negocio.
El origen de la demanda está en los polémicos números de red inteligente y los elevados cobros que resultaron del nacimiento de los canales eróticos, de adivinación o los famosos party line. Para evitar el conflicto, la ley creó los 903 -para estas materias y sujetos a petición previa- y los 906, para servicios profesionales. El resultado es que la mayoría de los 906 terminaron siendo 903 ilegales. Ahora, los jueces desestiman la defensa de Telefónica y Uni2 de que sólo son proveedores de infraestructuras y aseguran que se beneficiaron del 'acceso fraudulento' y que fueron negligentes, 'al desentenderse de unos acontecimientos que desplegando una mínima diligencia podría conocer y denunciar'.