Ocho cajas compran una remesadora
Primero fue el BBVA con la remodelación de Dinero Express, su marca comercial para inmigrantes; después el Santander, con la compra de la remesadora Latinoenvíos; y ahora son las cajas de ahorros las que se lanzan a la búsqueda de los clientes extranjeros.
Ocho cajas de ahorro, -Unicaja, la CAM, CajaCanarias, Caixa Galicia, Sa Nostra, junto a las cajas de Badajoz, Castilla-La Mancha y Murcia-, han comprado el 51% del capital de BEM, una empresa que ofrece 'servicios integrales a la comunidad extranjera'. Cada caja es propietaria de la misma proporción de la compañía.
BEM está especializada en el envío de remesas (un 50% de su negocio), la comercialización de productos financieros como microcréditos, y préstamos personales e hipotecarios, así como servicios de locutorio, internet o asesoramiento jurídico, inmobiliario y venta de viajes. Cuenta además con cajeros automáticos.
El 49% restante de BEM, que posee remesadora propia, pertenece al Grupo Amorim, propiedad del empresario portugués Américo Amorim, que además posee cerca de un 6% del Banco Popular.
Este 'multicentro para inmigrantes', en palabras de Juan Peiró consejero delegado de BEM, cuenta con una red de 81 oficinas y tiene un plan de expansión para llegar a 150 en lo que resta de año, y a 300 a lo largo de 2006. El 85% del personal de la compañía son inmigrantes, de 20 nacionalidades distintas.
Las sucursales, que abrirán de once de la mañana a once de la noche, tendrán una caja 'tutora', aunque todos los productos financieros que se oferten serán homogéneos. 'Cada caja tiene un área de exclusividad, que se corresponde con su zona natural, pero las sucursales de BEM en Madrid y Cataluña están distribuidas equitativamente entre todas', explica Peiró.
El volumen de negocio de la compañía, que fue fundada hace dos años, ascendió a 20,6 millones de euros en 2004, y las previsiones para este ejercicio son que alcance los 100 millones.