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Nueva York

Los valores españoles se venden poco en Wall Street

La negociación de valores españoles en Nueva York se ha resentido en los últimos años. La sofisticación de los intermediarios, la mayor oferta de vehículos de inversión, la modernización de los mercados y la caída de los volúmenes en la Bolsa de Nueva York explican esta tendencia.

Telefónica, BBVA, Santander, Endesa, Repsol y Móviles son los estandartes españoles en el parqué de Wall Street, pero cada vez tienen menos brillo. Su volumen de negocio se ha estrechado en el último lustro, hasta un 90% en el caso de Telefónica (ver cuadro). Estos valores cotizan en Wall Street a través de ADR, certificados que recogen la titularidad de valores y están respaldados por acciones originales depositadas en un banco.

'En España el mercado es electrónico, ágil y rápido, ya no hacen falta ADR. El motivo para salir a cotizar en Nueva York era atractivo con la peseta. Ahora con el euro todo el proceso es más ágil. El mundo de la gestión está cada vez más globalizado, y se tienen depósitos en dólares y euros. Los ADR son cada vez menos lógicos', comenta Prem Thapar, de BNP Asset Management.

Otros bancos como Morgan Stanley también han observado estas tendencias. 'La gente va directamente al mercado local. Se entiende que son mercados suficientemente sofisticados'.

La alemana Volkswagen confirmó esta tendencia el pasado jueves, al anunciar que dejará de cotizar en España por la escasa liquidez del mercado y al considerar que los accionistas no sufrirán ninguna desventaja. 'Debido a la integración de los mercados los inversores tienen acceso a los mercados más líquidos a precios razonables', explicó.

La modernización de los mercados ha contribuido a la caída de los volúmenes de ADR en Nueva York, pero no es el único motivo que encuentran los expertos. 'El negocio ha cambiado. La globalización nos lleva a dividir el mercado por sectores y no por países', comentan desde un banco de inversión extranjero. La mayor especialización de los mercados y la creciente oferta de vehículos de inversión alternativos, especialmente derivados, ayudan a explicar esta tendencia.

La sofisticación de los inversores y la era de las nuevas tecnologías, no obstante, no explican por sí solas la caída del volumen negociado que han experimentado los ADR. Muchos expertos señalan que esta tendencia obedece a la caída de volúmenes en EE UU. Datos de Bloomberg muestran que en el año 2002 se movieron 430.600 millones de aciones del S&P 500, cifra que cayó hasta 288.570 millones en 2004. En España, entretanto, la cifra en el continuo pasó de los 37,5 millones a los 49,32.

'La modernización ayuda, pero si eres un inversor americano y estás acostumbrado a usar tu plataforma al final vas a comprar ADR porque estás más familiarizado con el sistema. La caída de volúmenes es más una cuestión de mercado', comenta Ramón Esteruelas, ING Asset Management.

Un sistema útil para invertir en valores emergentes

Las grandes empresas europeas cotizan en Nueva York a través de ADR para facilitar el acceso al inversor extranjero y permitir al inversor global acceder a los valores en un abanico horario más amplio, además de por el prestigio que ofrece el principal escaparate bursátil del mundo.Este sistema de negociación, al operar a través de la Bolsa de Nueva York, ofrece garantías de liquidez. Ello supone una ventaja porque facilita la labor de muchos gestores, que prefieren utilizar sus plataformas de negociación habituales para invertir en valores extranjeros. El riesgo divisa tampoco es un impedimento ya que existe un arbitraje muy eficiente y si el euro sube mucho, los ADR lo hacen también. Las empresas españolas, además, deben cumplir los requisitos de la Bolsa de Nueva York, otro factor, que facilita la transparencia a la hora de invertir en estos títulos.La era de las nuevas tecnologías, no obstante, pone en entredicho el futuro de los ADR a medida que los mercados locales se vuelven cada vez más sofisticados, eficientes y transparente. Por ello, no sorprende que la negociación de valores españoles en el extranjero haya perdido fuerza en los últimos años.'Es cómodo para mercados lejanos, con poca negociación y dificultades de liquidación', comenta Prem Thapar. Estas herramientas de inversión, por tanto, aún tienen sentido, para facilitar el acceso a valores de mercados emergentes.Muchos gestores, por ejemplo, acceden a certificados similares cuando desean comprar títulos de la Bolsa rusa. 'Muchos fondos invierten en GDR que cotizan en la Bolsa de Londres o Fráncfort por que es más fácil liquidar operaciones en mercados organizados grandes', comenta Ramón Esteruelas.

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