Telefónica da un paso más contra Argentina y defiende la jurisdicción del Banco Mundial
El pleito de Telefónica contra Argentina por las consecuencias de la pesificación de la economía y la congelación de tarifas ha dado un paso más. Mientras otras compañías retiran sus demandas para dar paso a la negociación directa con el Estado argentino, Telefónica ha mantenido la suya y, por ahora, prefiere seguir la estela de CMS Energy, la primera empresa que ha conseguido un veredicto positivo por parte del tribunal internacional de arbitraje del Banco Mundial.
Tal y como se sospechaba, Argentina ha seguido con Telefónica su estrategia habitual. El Estado que preside Néstor Kirchner ha cuestionado la jurisdicción del tribunal de arbitraje, así que la operadora española ha tenido que preparar toda una batería de argumentos en contra de esta postura.
æpermil;ste ha sido, de hecho, el último movimiento de Telefónica. La operadora presentó el pasado día 9 su defensa frente al intento de Argentina de deslegitimar la instancia elegida por ella para el pleito. A juicio de Telefónica, el tribunal de arbitraje del Banco Mundial es la institución que tiene que velar por conflictos como el que ella ha planteado. Y la compañía tiene cierta seguridad de que los árbitros le darán la razón.
En primer lugar, Argentina ha usado el argumento de la jurisdicción más como táctica dilatoria que por convencimiento. Pero lo ha hecho ya una cuantas veces y las resoluciones del tribunal han dicho una y otra vez que el Banco Mundial es el organismo competente para resolver estos casos.
Pese a que se descarta la victoria total de Argentina, el Gobierno habrá conseguido en cualquier caso uno de sus objetivos: ganar tiempo. Telefónica presentó su demanda en julio de 2003, el tribunal encargado del caso se constituyó en abril de 2004 y desde entonces ha pasado más de un año y el debate todavía se centra en la jurisdicción.
De esta manera, Argentina intenta retrasar el veredicto para que le dé tiempo mientras tanto a llegar a un acuerdo amistoso de subida de tarifas con las empresas. Por supuesto, si las compañías quieren llegar a este pacto tendrán antes que retirar la demanda y en el caso de Telefónica estarían en juego nada menos que 2.800 millones de dólares, que son los que pide la española.