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CincoSentidos

Alonso y Schumacher, cara a cara en Mónaco

Fernando Alonso quiere ganar en Mónaco. En realidad el piloto asturiano quiere ganar en todas las carreras. Pero Mónaco es especial tanto para Alonso como para cualquier piloto de Fórmula 1. El mítico circuito urbano de Montecarlo volverá a poner emoción este fin de semana al mundial y devolverá al asfalto, con el permiso de Kimi Raikkonen y de Jarno Trulli, la rivalidad entre el español y Michael Schumacher. Una rivalidad que esta vez se ha encargado de calentar el patrón de Renault, Flavio Briatore, con unas declaraciones a una revista alemana, ayer matizadas, en las que venía a insinuar que el campeón alemán está demasiado mayor para una competición que necesita nuevas estrellas, como su pupilo.

'Todas las carreras son muy importantes, pero para mí el Gran Premio de España y el de Mónaco son quizás las que más, ya que siempre que corres en Montecarlo tienes la sensación de que puedes hacer historia', ha dicho estos días el asturiano. 'Mónaco es siempre uno de los puntos culminantes de la temporada para mí porque, como todo el mundo sabe, disfruto en los circuitos exigentes', ha afirmado Schumacher, que a lo largo de los últimos días también ha advertido de que quien le considera acabado es que no le conoce. La competencia, por tanto, sigue por todo lo alto.

Ayer, sin embargo, en los primeros entrenamientos libres, Alonso logró el mejor tiempo, mientras que el alemán tuvo que conformarse con la 11a plaza. Con todo, la clave estará mañana en los entrenamientos oficiales.

Tanto Alonso como Schumacher no guardan buenos recuerdos de la carrera monegasca del año pasado. Ambos tuvieron que retirarse tras sendos accidentes en pleno túnel, uno de los puntos más espectaculares del trazado. En el caso del español, el incidente tuvo como protagonista a Ralph Schumacher. Alonso intentó doblarlo al final del túnel y acabó sin espacio suficiente, chocando contra las barreras de seguridad. Fue una maniobra polémica en la que el español acusó al pequeño de los Schumacher de haberle cerrado el paso. El accidente del campeón de Ferrari fue aún más extraño. Con la carrera neutralizada y con el coche de seguridad en la pista, Juan Pablo Montoya embistió por detrás al monoplaza de Michael echándole de la carrera. Al final, fue Jarno Trulli quien consiguió la victoria, la primera de su carrera deportiva.

Precisamente Trulli y Kimi Raikkonen, son los otros nombres del mundial. El italiano de Toyota ocupa la segunda posición del campeonato y aspira a conseguir su primera victoria en este campeonato. Raikkonen, por su parte, logró el pasado Gran Premio de España romper la hegemonía de Renault. El finlandés intentará confirmar el buen momento de los McLaren en el que será el gran premio número 200 de Mercedes en la máxima categoría.

Pero Montecarlo es imprevisible. No hay margen para el error. Un despiste que en cualquier otro circuito significaría una excursión por la hierba, en Mónaco las protecciones metálicas suelen destrozar las suspensiones. El domingo la emoción vuelve a las calles del Principado.

Famosos, millonarios... y más millonarios

El Gran Premio de Montecarlo es el único que queda con un circuito completamente urbano. De no ser Mónaco, este gran premio ya no existiría. Pero si la Fórmula 1 es sinónimo de dinero, no hay mejor ejemplo que el pequeño principado. La ciudad se puebla de caras conocidas y de otras menos famosas pero con cuentas corrientes igualmente boyantes. Es el momento ideal para que los patrocinadores agasajen a su clientela más selecta. Por ejemplo, Credit Suisse, patrocinador de Sauber, aprovecha para mejorar aún más su imagen invitando a sus mejores clientes de banca privada al circuito.Desayunar una copa de Bollinger o ver diamantes en los cascos de Raikkonen y Montoya son excentricidades que difícilmente se ven en otras citas del mundial. Además, Mónaco es el domicilio de muchos de los pilotos de Fórmula 1. Cuestión de impuestos.

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