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Salud

El historial médico digital andaluz sorprende a Europa

El sistema informático del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se ha convertido en un reclamo -no turístico, pero sí tecnológico- para acudir a Sevilla. La aplicación, conocida bajo el nombre de Diraya, ha atraído ya hasta la capital andaluza a múltiples responsables sanitarios de distintos países europeos. 'Es el sistema más innovador de toda Europa y deberían estar ustedes orgullosos de ello. Si vinieran los americanos se quedarían boquiabiertos', dice sin escatimar elogios Charles Scarchard, vicepresidente del área de atención sanitaria de Oracle para Europa, Oriente Medio y África. Según Antonio Peinado, secretario general del SAS, 'por aquí han pasado profesionales sanitarios de Suecia, Francia y Argentina'.

La aplicación informática que genera tanta expectación permite sustituir las historias clínicas existentes actualmente en los hospitales y en atención primaria por una historia de salud digital única. Dicho de otro modo: cualquier profesional sanitario que asista a un paciente tiene acceso a su información clínica desde cualquier centro sanitario de la geografía andaluza. 'Esta unificación y centralización de toda la información no sólo facilita la labor de los médicos sino que mejora la calidad asistencial', añade Peinado.

En el centro de atención primaria de Torreblanca (Sevilla) el doctor Juan Suárez recibe a sus pacientes junto a un ordenador con lector de tarjeta y una impresora. Lo primero que hace es introducir la tarjeta (en la imagen superior) de su interlocutor, equipada con un chip, que actúa como llave para acceder a su historial médico. Como él otros 3.456 médicos de un total de 326 centros de salud manejan ya el nuevo sistema en sus consultas. Diraya integra hoy los datos clínicos de 4,8 millones de andaluces (el 66% de la población).

La receta electrónica permite prescribir a enfermos crónicos medicamentos para un plazo de un año evitando visitas al médico

Otra ventaja añadida es que los médicos de familia como el doctor Suárez acceden a las agendas de los especialistas y pueden solicitar y cerrar una cita, de forma que el paciente sale con fecha, incluso para hacerse una prueba diagnóstica (una radiografía, una analítica...)

El sistema Diraya, en el que se han invertido directamente 60 millones de euros (y hasta 120 millones si se contabiliza también el centro de gestión del SAS), posibilita además el desarrollo de la receta electrónica, un nuevo modelo de prescripción y dispensación de medicamentos, que permite grabar en la historia de salud del paciente datos de su tratamiento y que éstos sean consultados por el farmacéutico. En la actualidad, el servicio está disponible para más de 213.000 usuarios andaluces y se prescriben fármacos a través de receta electrónica a 25.000 pacientes.

Con esta fórmula, los enfermos crónicos no tienen que acudir continuamente a sus clínicas para renovar los tratamientos, ya que 'podemos prescribir medicamentos para un plazo máximo de un año, que el farmacéutico va dispensando según los plazos indicados'. Esto hace que los facultativos de atención primaria dispongan de más tiempo para atender a pacientes que requieren atención médica, ya que los pilotos llevados a cabo han mostrado que la receta electrónica reduce en un 60% las visitas a consulta para la renovación de recetas.

Los andaluces pueden, además, pedir cita previa con su médico de familia 24 horas al día los 365 días del año mediante el teléfono, a través de Salud Responde. Hoy está activo en los centros de atención primaria de las capitales de Jaén y Huelva y ya gestiona el 40% del total de citas de sus centros, registrando una media de respuesta de 40 segundos para dar la cita. A finales de 2005, estará extendido a todas las capitales de andaluzas y está previsto que próximamente los ciudadanos puedan pedir cita con su médico de familia a través de la oficina virtual Inters@s.

Diraya, que se extenderá a todos los centros de atención primaria a finales de 2005 (en total hay 1.400), a las consultas especializadas en 2006 y, finalmente, a la atención hospitalaria 'completará el primer sistema regional de historia de salud única de Europa'.

Indra y Oracle se alían en sanidad

Indra y Oracle, las dos empresas tecnológicas elegidas vía concurso público para desarrollar el sistema informático del SAS, han decidido, tras el éxito del proyecto, exportar la experiencia a otros países y otras comunidades autónomas en España. Ambas empresas han creado una alianza con este objetivo. 'Acabamos de presentarnos a un concurso para desarrollar el sistema informático sanitario de las islas Azores, en Portugal', explica José Manuel Velarde, gerente de Administraciones Públicas y Sanidad de Indra.Ambas compañías están muy pendientes ahora de las posibilidades que se abren en Francia, 'donde quieren poner en marcha un sistema similar al andaluz'. Según cuenta Velarde, representantes del Ministerio de Sanidad francés estuvieron en Sevilla en septiembre de 2004 y 'nosotros hemos ido un par de veces a allí. En estos momentos se están creando los consorcios, pero de momento no se ha convocado el concurso'. Igualmente reconocen haber tenido contactos con la Asociación de Hospitales Americana, con la que han mantenido un encuentro reciente, 'ya que EE UU todavía no tiene una historia de salud única para todo el país'.Cataluña, Asturias y Madrid también están en su punto de mira, 'porque están preparando concursos para crear una base de datos única del paciente y un sistema de recetas electrónicas'. El objetivo de Indra es alcanzar unas ventas en todo el mundo de 20 millones de euros en el área de sanidad para 2005. Y Oracle es un socio importante. 'Nosotros les apoyamos fuera de España con nuestros recursos locales en otros países europeos', subrayan desde Oracle.

El papel activo del farmacéutico

El proyecto informático del SAS, con 500 servidores y una capacidad equiparable a más de 10.000 PC, ha requerido un plan de formación (455 cursos) en el que han participado 7.834 profesionales de la sanidad pública. Pero no sólo los médicos han tenido que aprender a manejarlo. Esta informatización, que trata de eliminar burocracia en la asistencia, salpica también a las farmacias andaluzas.La de Manuel Ojeda Casares (en Sevilla) ha enganchado su sistema propio de gestión con la aplicación Diraya. E igual han hecho otras 137 farmacias más. El farmacéutico introduce la tarjeta del paciente en un lector y se conecta al sistema del SAS. Es la forma de ver qué medicamentos deben dispensarle, con qué cadencia, y qué crédito farmacéutico tiene.Una vez seleccionados los medicamentos, un escáner lee los códigos de los envases para cotejar que son los correctos. Y la maquinaría se pone en marcha: esos productos quedan eliminados del inventario de la farmacia, el importe se desquita del crédito del paciente y todo queda registrado en el SAS para que éste sepa la cuantía que debe abonar a la farmacia.Una vez que un cliente se lleva los medicamentos es imposible que intente comprarlos en otra farmacia, ya que la compra queda registrada en el sistema central. En caso de que el paciente deba acudir a por más fármacos, el farmacéutico le indicará cuándo debe volver y le da una hoja impresa con esta información. El sistema, que se apoya en dos centros redundantes de tratamiento de la información (uno en Sevilla y otro en Málaga), permite al médico consultar si el paciente sigue las pautas marcadas o anular su crédito si no acude a por su medicina dos meses después de que le corresponda. El farmacéutico también tiene capacidad para bloquear de forma cautelar una prescripción y avisar al médico a través del sistema.

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