Madrid Rock, la culpa no fue (sólo) de la piratería
Bob Dylan lo tendría hoy en día muy difícil para ensartar sus primeros discos en una radio o televisión española. 'Los medios tienen gran parte de la culpa de la crisis discográfica', dice el dueño de una pequeña tienda de discos cercana a la emblemática Madrid Rock, cuyos dueños acaban de anunciar que echan el cierre.
Este testimonio se suma a las voces que apuntan a que detrás del punto y final del cierre de Madrid Rock (sus dueños han cerrado otros locales similares a lo largo de la geografía española y negocian con los trabajadores del centro de la capital) hay más factores que la copia ilegal de discos, argumento central de la explicación de la traumática decisión.
Que el negocio de Madrid Rock ha caído en los últimos años lo muestran los datos del Registro Mercantil de la sociedad. En 1998, los ingresos de la empresa ascendían a 17,3 millones de euros, en el año 2000 eran de 19,1 millones y a partir de ese ejercicio fueron cayendo hasta los 15 millones de facturación en 2003, año en el que la compañía perdió 0,57 millones. Pero la situación económica de Madrid Rock no era insalvable, según pone de manifiesto, por ejemplo, la autoridad laboral.
Según los datos del Registro Mercantil, el edificio de Gran Vía está en venta desde 2000 y se han recibido ofertas de compra de El Corte Inglés e Inditex, entre otros
Los propietarios de la compañía han tratado que la Dirección General de Trabajo autorizara la extinción de los 45 contratos de trabajo que componen la plantilla de Madrid Rock. No lo han conseguido porque, precisamente, la situación, a criterio de los técnicos de Trabajo, no es tan desesperada.
Deudas familiares
Los dueños y accionistas de Madrid Rock, las familias Arnedo y Moreno, son también propietarios de la compañía de distribución Arnedo Discos. El 90% de las deudas totales de Madrid Rock están contraídas con Arnedo Discos, el único proveedor de Madrid Rock.
La deuda entre ambas está suscrita a corto plazo, cuando podría haberse constituido a largo plazo 'sin que se aprecie que la empresa haya adoptado medida paliativa alguna para equilibrar esta situación (...) limitándose la empresa, en estos últimos años, al cierre de establecimientos', dice la resolución de la Dirección General de Trabajo a la que ha tenido acceso Cinco Días.
Las mismas familias propietarias controlan también la empresa Organización Comercial Independiente del Ocio Distribuciones, dedicada a la compra venta de discos y al negocio inmobiliario. Según datos del Registro Mercantil, el edificio de Gran Vía está en venta desde el año 2000, un buen ejercicio para la empresa. Los empleados sospechan que el inmueble se ha vendido a Inditex. Los propietarios de Madrid Rock no han querido entrar en muchos detalles de la crisis, pero sí han indicado a este periódico que el edificio no ha sido vendido, aunque han recibido ofertas por parte de diversas grandes cadenas comerciales, entre otros, El Corte Inglés e Inditex.
El auditor
Un punto sin aclarar, denunciado por CC OO, se encuentra en la propia auditoría de las cuentas de la compañía. El auditor de Madrid Rock, ejercicio tras ejercicio, es Sinforoso González Romero. El informe de CC OO enviado a la Dirección General del Trabajo destaca que además es accionista de la empresa. Este periódico no logró contactar con el auditor.
Sin minusvalorar el daño que ha hecho a la industria las copias ilegales o la posibilidad de descargar música de internet de forma gratuita, el hecho de que el inmueble estuviese en venta desde años antes de que la crisis estallase y la pervivencia de tiendas de música con menor gancho en los alrededores cuestionan la tesis de la piratería como único culpable. El funcionamiento de la industria discográfica (en la que el negocio prima) tampoco ayuda a tiendas y cadenas pequeñas.
3.000 detenidos por venta ilegal
España es uno de los 10 países más afectados por el fenómeno de la piratería. Según el balance anual presentado por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), la lucha contra la venta ilegal de música y cine se saldó durante 2004 con 3.059 detenidos y casi cuatro millones de discos piratas incautados. En España cerca de 1.500 puestos de trabajo han sido destruidos en el mercado musical y se han cerrado más de un centenar de pequeños y medianos comercios.Pero achacar a esta práctica ilegal los males que afectan a la industria discográfica sería falso y cínico. El gran enemigo, además de los que se encuentran en el corazón de la misma industria, sigue siendo internet, a lo que tampoco escapan las películas y los videojuegos. El Gobierno ha aprobado este año el Plan Integral Antipiratería, una batería de medidas para acabar con 'la impunidad' de los distribuidores y la 'complacencia' de los compradores, en un delito que hace que 'la música y el cine estén literalmente tirados por el suelo' y que el sector cultural se vea afectado 'gravemente'. El Plan involucra a 11 ministerios en la lucha contra la piratería, contempla medidas preventivas, normativas, formativas y de sensibilización social y la firma de convenios internacionales y nacionales. También se ha creado un grupo policial especializado en la persecución de estos delitos, especialmente en internet.El Plan prevé la elaboración de un mapa de la piratería en España, la creación, por parte del Ministerio de Cultura, de un servicio de asesoramiento a los Ayuntamientos y campañas de divulgación.
ASÍ SOBREVIVEN LAS PEQUEçAS TIENDAS Opinan los encargados de locales cercanos a MR
'Seguiré vendiendo rock aunque me den un pastón'José Escribano, que desde hace casi tres décadas dirige la tienda Escridiscos, a 300 metros de Madrid Rock, asegura que él nunca vendería su tienda. 'Seguiré vendiendo rock & roll aunque me ofrezcan un pastón; tenemos la mejor tienda del mundo de power pop', asegura. Escridiscos ofrece en su pequeño local discos de importación que difícilmente pueden encontrarse en otro lugar. 'Desde lo de internet hemos perdido algunos clientes, pero hemos ganado otros'.'Ni internet ni el 'top manta' nos han afectado'Eduardo Cura vende música de los años setenta en su tienda Discos Melocotón, situada en una calle perpendicular a donde está situado Madrid Rock. 'Ni internet ni el top manta; las tiendas hemos dependido siempre de los medios de comunicación, y ahora los medios ponen música impuesta', dice. Internet ha afectado a su negocio, pero también para bien. Ha creado una web que contiene más de 5.000 discos documentados, a la que acceden melómanos de toda Europa.'Se ha perdido el fetichismo'Antonio y su padre trabajan en la tienda de discos La Gramola, desde hace 17 años. Venden y compran discos, cintas y compactos. 'Cuando apareció el CD también nos tuvimos que adaptar; ahora vendemos bien los DVD', comenta cuando se le pregunta sobre el impacto de internet en las ventas. 'Podemos subsistir, pero las ventas bajan' indica. 'Viene gente a comprar discos que no puede encontrar en otras partes; se ha perdido un poco el fetichismo'.'Internet es lo que más daño ha hecho'José Manuel lleva 12 años vendiendo música en Tododiscos, una tienda cercana a Madrid Rock. En su local se amontonan compactos y vinilos. Ahora ha decidido jubilarse; ha creado una página web desde la que seguirá vendiendo música. 'Internet es lo que más daño ha hecho a nuestro negocio', opina mientras coloca un cartel de liquidación en la puerta de la tienda. Sus clientes, dice, son gente a la que le gusta coleccionar vinilos, tener los discos originales en su casa.
ACLARACIâN
El 19 de mayo de 2005, CincoDías publicó este artículo sobre el cierre de las tiendas de discos de Madrid Rock, SA. En él se daba cuenta de los argumentos de los representantes de los trabajadores para rechazar la solicitud de extinción de contratos de trabajo demandada por los dueños de la compañía, entre otros la posible presencia del auditor de cuentas deMadrid Rock, SA, como accionista. Sinforoso González Romero, el auditor de la empresa, aclara que no es accionista, como se puede comprobar en el Registro Mercantil.