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CincoSentidos

Científicos contra Kioto

Las teorías de Naciones Unidas, aprobadas por la comunidad internacional según las cuales la Tierra sufrió un calentamiento de 0,6 grados en el último siglo, fueron puestas ayer en tela de juicio en la Fundación Rafael Pino. Un seminario reunió a algunos de los científicos que están en contra de Kioto y que, incluso, niegan que exista un cambio climático provocado por las actividades industriales.

El Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) prevé que la temperatura mundial aumente entre 1, 4 y 5,8 grados en 2100, si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. De estas conclusiones surgió el Protocolo de Kioto, pero hay ciertas voces discrepantes.

Las teorías más escépticas surgen en los países que no han aprobado el Protocolo, con EE UU a la cabeza, donde estudios como los de los profesores Fred Singer y Patrick Michaels, de la Universidad de Virginia, han tenido un eco especial.

Fred Singer, presidente del Proyecto de Política de Ciencia y Medio Ambiente de la citada universidad, ha estudiado las mediciones de la temperatura a través de satélites en los últimos 20 años. Su principal conclusión es que en este siglo el planeta se calentará 0,6 grados, muy por debajo de las predicciones de IPCC.

Singer considera que las consecuencia de este cambio no son significativas, por lo que el recorte de emisiones propuesto por Kioto no tiene ningún sentido. 'Nosotros no vemos esta evidencia', dice Singer en relación a la afirmación de Naciones Unidas que asegura que el calentamiento de los últimos 50 años es atribuible a las actividades humanas. Pero cuando se le interroga sobre cómo se explican entonces fenómenos como las migraciones de especies hacia el norte o la subida del nivel del mar, Singer se limita a decir: 'Yo sólo miro el termómetro'.

Las rompedoras teorías de Singer tienen el apoyo de algunos científicos, que cuando menos cuestionan la metodología que siguió el IPCC a la hora de hacer sus predicciones con simulaciones informáticas. Su gráfico que muestra una crecida exponencial de las temperaturas, siguiendo la figura de un de un palo de hockey, está siendo criticado por muchos expertos. Patrick Michaels, colega de Singer en la Universidad de Virginia, es uno de ellos y mantiene que se han parametrizado mal algunos factores, entre ellos, las emisiones de C02, que dicen que crecerán linealmente un 1% al año, algo que parece poco real a sus ojos.

Ajustes

Si se tienen en cuenta los ajustes del profesor Michaels, que defiende que también han sido admitidos por algunos miembros del IPCC, habría que reducir sn 1,7 grados las predicciones de Naciones Unidas. Como consecuencia, los avances que se lograrían con Kioto se ven muy mermados.

'Kioto no va a hacer nada efectivo por el cambio climático. Es mejor no derrochar el dinero en recortar emisiones e invertir en futuro', asegura Michaels, que defiende que el coste de Kioto se invierta en investigación en formas de ahorro energético o energías alternativas.

En esta línea, también se manifestó Andrei Illarionov, Asesor del presidente de la Federación Rusa, quien ve en el Protocolo un freno para el desarrollo, especialmente en los países más alejados de sus objetivos, como es el caso de España. Según su interpretación, Kioto exige una reducción del consumo de energía asociada a una desaceleración del desarrollo económico. En el protocolo se se habla de políticas de fomento del ahorro por medio del consumo eficiente.

Illanov también sostiene que Kioto supondrá una 'proliferación de las centrales nucleares en todo el mundo'. Illanov nunca ha oído hablar de la moratoria nuclear española o de la alemana. Quizás por eso no logró convencer a Putin para que Rusia se quedara sin ratificar Kioto.

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