'Nunca tuve el gusanillo de escribir una novela'
Tras transitar con éxito por el periodismo político, Julia Navarro (Madrid, 1953) ha entrado con buen pie en el terreno de la ficción. Dos éxitos de ventas en dos años ('La hermandad de la Sábana Santa' y 'La Biblia de barro') y una tercera novela ya planeada
Sólo pretendía entretenerse, pasar un rato divertido escribiendo. Pero le salió una novela, La hermandad de la Sábana Santa (Plaza & Janés, 2004), que ha vendido medio millón de ejemplares, está en las librerías de 19 países y pronto será llevada al cine. Julia Navarro ratifica su condición de escritora de éxito con La Biblia de barro (Plaza & Janés), una historia sobre ambición, venganza, miseria y grandeza humanas, ambientada en los prolegómenos de la guerra de Irak. En mes y medio ha vendido más de 150.000 copias y ya lidera la lista de libros de ficción más vendidos en España.
Usted ha desarrollado una larga carrera como periodista. ¿Qué razones le han hecho dar el salto a la ficción?
La casualidad. Yo no tenía ninguna cuenta pendiente con la literatura. Creo que casi todos los periodistas sueñan con escribir una gran novela. Yo nunca he tenido esa ambición, quizá porque estaba contenta con lo que hacía y con los libros políticos que había publicado. Nunca había tenido el gusanillo de escribir una novela. Pero leí una noticia en el periódico sobre un científico que había estudiado la Sábana Santa; eso me hizo despertar la imaginación y me puse a escribir sin saber si la editorial me la iba a publicar. La idea me divirtió, la escribí y lo que pasó después es algo que ni yo ni la editorial esperábamos.
La idea de La Biblia de barro, ¿cómo surgió?
Empezó a germinar en la etapa en que los inspectores de la ONU iban y venían de Irak. Entonces tuve clarísimo que, pasara lo que pasara, cuando terminara la primera novela, iba a empezar a escribir La Biblia de barro. Y estaba terminando la segunda cuando empecé a pensar en la tercera, que no me sentaré a escribir hasta el año que viene, porque son dos novelas en tres años. La verdad es que estoy cansada.
¿Volverá a mezclar historia y religión?
Sí. La tercera novela va a ser de aventuras. De aventuras y misterio, y ya no digo más. Eso es todo lo que le he dicho a mi editor.
Uno de los ejes principales de La Biblia de barro es el de las motivaciones comerciales de EE UU en la guerra de Irak. ¿Es un libro de denuncia política?
Lo que yo hago es un guiño al lector para que reflexionemos juntos sobre el horror de la guerra, de todas las guerras y cómo todas terminan haciendo más rico a alguien. Las guerras provocan miles de pérdidas de seres humanos, destrucción, miseria, arrasan países; pero hay gente que saca un beneficio de todo eso. Lo que reflejo en el libro es una postura moral en contra de todas las guerras. Otro guiño que le hago al lector es un problema que a mí me causó un enorme impacto: el expolio de obras de arte. Que en Irak hayan desaparecido miles de piezas catalogadas, que nadie sabe dónde están, que a nadie le importe a mí realmente me escandaliza. Yo creo que una novela puede ser entretenida, pero también puede tener otros elementos para la reflexión.
¿Cómo ve el estado de salud de la literatura en España?
Creo que en España se lee muy poco y se publica mucho. Y me temo que eso no tiene ninguna solución. Por una razón muy sencilla, porque para las editoriales es un negocio. Es decir, me han llegado a explicar que cuanto más publican, más les cuadran las cuentas. A mí me parece que es una barbaridad. Desde el punto de vista de escritora me da pena. Me da pena que no dejen reposar los libros, que no se les dé una oportunidad. Pero es que tampoco se hacen políticas adecuadas que estimulen a leer. Es una especie de círculo sin solución.
¿Y el estado de salud del periodismo?
El periodismo es una vocación y me da pena que se haya convertido en algo tan inseguro e inestable para los jóvenes. Los jóvenes aceptan casi todo para tener un puesto de trabajo, porque saben que si se van, las empresas dan una patada y salen miles de candidatos.
De las librerías a las salas de cine
La productora Filmax ha comprado ya los derechos de La hermandad de la Sábana Santa para llevarla al cine. La autora no participará en la producción. 'Podré leer el guión a finales de mes, para hacer sugerencias, pero no tengo ningún papel en la película', confiesa Julia Navarro. Se tratará de una producción internacional, pero promete no ser la única, ya que una televisión italiana ha mostrado interés en hacer una serie sobre la misma novela.La escritora rechaza que pensara en el lenguaje cinematográfico a la hora de escribir. 'Puede que suene mal decirlo, pero nunca he escrito pensando en los lectores o en si se puede trasladar al cine el relato o no. Creo que si tratas de mezclar los ingredientes con la intención de que te salga un éxito de ventas, es probable que te salga mal. Un best seller no lo es por sí mismo, son los lectores los que hacen un best seller'.