Mejoran la EPA y el paro registrado
Casi simultáneamente se han producido cambios metodológicos en la Encuesta de Población Activa (EPA), que elabora el INE, y en el paro registrado, que confecciona el Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), organismo que sustituyó al antiguo Inem. En ambos casos, los cambios han supuesto importantes mejoras en la medición de las variables básicas relacionadas con el mercado de trabajo, aunque ello haya supuesto rupturas metodológicas con las series estadísticas anteriores. Aun así, tanto el INE como el SPEE han proporcionado estimaciones del impacto de los cambios.
En un artículo anterior (Cinco Días, 13 de abril), explicaba la reforma de la EPA, que, consiste, por un lado, en una nueva proyección demográfica, que sirve de referencia a la población de la encuesta, basada en el Censo de Población de 2001 y en los datos reales de inmigración de los últimos años, y, por otro lado, en cambios en el cuestionario, en la forma de realización de las entrevistas para que las respuestas sean objetivas y en la actualización de la muestra en función de los resultados del último Censo de Población.
Los resultados de la nueva proyección demográfica se publicaron el pasado 30 de marzo, y sus efectos sobre las variables de la EPA fueron el aumento de la población activa, ocupada y parada, así como de sus tasas de variación, debido en su práctica totalidad al incremento de los extranjeros. Una de las magnitudes más afectadas es el empleo, que aumenta en el cuarto trimestre de 2004 en casi un millón y su tasa de variación se eleva del 2,7% con la población anterior al 4,1% con la nueva.
Por otra parte, el 29 de abril, coincidiendo con la publicación de la encuesta del primer trimestre, el INE ha proporcionado los resultados de una encuesta piloto de tamaño más reducido que el de la muestra de la EPA (15.000 hogares familiares, en vez de 65.000) que han permitido estimar el impacto de dos de las modificaciones introducidas en la encuesta: los cambios del cuestionario y la entrevista.
Según estas estimaciones, en el primer trimestre de 2005 del aumento respecto del trimestre anterior de la población activa y la ocupada, 144.900 y 204.600 personas, respectivamente, el 37,4% en el primer caso (54.200) y el 64,5% en el segundo (132.000) serían consecuencia de los cambios de la EPA, según la citada encuesta testigo, y el resto de la evolución del mercado de trabajo en el citado trimestre.
Por su parte, el descenso del paro en el primer trimestre de 59.700 personas se debería exclusivamente a los cambios de la encuesta, ya que si se tiene en cuenta únicamente la evolución del mercado de trabajo el paro habría aumentado en términos intertrimestrales en 18.100 personas.
Por lo tanto, la incidencia de los cambios del cuestionario y la entrevista de la EPA en el primer trimestre habría sido el de un afloramiento del empleo (existente pero no detectado anteriormente) de 132.000 personas, en parte procedente de antiguos parados (77.800) y en parte procedente de antiguos inactivos (54.200). Este afloramiento del empleo ha provocado un importante avance de su tasa de crecimiento interanual, el 5,1%, cifra que, descontado el efecto del cambio de metodología, se situaría en el 4,3%, todavía superior en dos décimas al del cuarto trimestre de 2004, lo que significaría que se ha prolongado la aceleración del empleo del segundo semestre del año anterior.
La causa principal del afloramiento de la población ocupada se encuentra en que el nuevo cuestionario recoge mejor que el anterior situaciones de empleo esporádico, de corta duración, y, sobre todo, de pocas horas a la semana. El efecto más importante de este cambio es el notable incremento de los ocupados a tiempo parcial (826.800 ocupados más en el trimestre) en detrimento de los ocupados a tiempo completo (622.200 ocupados menos) y, en consecuencia, el aumento brusco del porcentaje de ocupados a tiempo parcial sobre el total del empleo, hasta el 13,1%, cuando en el cuarto trimestre ascendía sólo al 8'7%, uno de los más bajos de la Unión Europea.
Por otra parte, como se ha señalado al principio del artículo, el SPEE ha modificado la medición del paro registrado. Esta modificación se produce como consecuencia de la implantación el pasado 4 de mayo del nuevo Sistema de Información de los Servicios Públicos de Empleo (Sispe), que integra la información relativa a la gestión de la colocación y de las políticas activas de empleo de los distintos Servicios Públicos de Empleo autonómicos (la única Comunidad que no tiene transferidas esas funciones es la vasca). El nuevo Sispe será un instrumento, imprescindible para la coordinación de los distintos Servicios Públicos de Empleo autonómicos y de estos con el estatal.
Sin modificar la Orden Ministerial de 11 de marzo de 1985, por la que se excluyen del paro registrado determinados colectivos de demandantes inscritos no ocupados, como los que solicitan empleos coyunturales o de corta duración, los subsidiados agrarios de Andalucía y Extremadura o los estudiantes menores de 25 años o sin empleo anterior, el SISPE introduce tres cambios que afectan a la medición del paro registrado: la actualización de la clasificación de los demandantes de empleo, en función del cambio de las circunstancias del mismo, que puede influir en la exclusión o no del paro registrado, el cruce con los ficheros de afiliación a la Seguridad Social como fuente exclusiva de información para clasificar a los demandantes como ocupados o no y la consideración de los demandantes extranjeros no ocupados, excluidos hasta ahora, como parados registrados si no existe otra forma de exclusión.
Para enero de 2005, la cifra de paro registrado se elevaría en 453.050 personas adicionales, como consecuencia de esos tres cambios: 24.588 por la actualización, 313.984 por el cruce con la Seguridad Social y 113.578 por los demandantes extranjeros. Este afloramiento del paro registrado es, por lo tanto, de carácter exclusivamente estadístico, y supone una notable mejora en su medición.